La historia de la parroquia Virgen de la Paloma, a la que pertenece el edificio explosionado
El templo alberga una de las imágenes con más tradición de Madrid: la Virgen de la Paloma, cuya festividad es el 15 de agosto
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La parroquia de la Virgen de la Paloma ha sio el centro de todas las miradas este miercoles, 20 de enero, después de que una explosión en un edificio perteneciente al templo explotara como consecuencia de un escape de gas en la céntrica calle Toledo de Madrid.
Una tragedia accidental que ha costado la vida de cuatro personas: el sacerdote Rubén Pérez, que residía en el edificio; el electricista que revisaba la caldera, David Santos y dos viandantes que se encontraban a la altura del número 98 de la calle en el momento de la explosión.
Como ya sabe todo el mundo, el edificio pertenece al Arzobispado de Madrid, que acoge en él varias plantas donde vivían sacerdotes de la vecina parroquia de San Pedro del Real, que está en la calle de detrás, la calle de La Paloma. El edificio acogía también despachos, un centro de acogida de Cáritas, ocho salas de reuniones y un salón.
La historia de la parroquia de La Paloma
La parroquia de la Virgen de la Paloma, también conocida como de San Pedro el Real, es una de las iglesias con más tradición y solera de la ciudad de Madrid, ya que acoge en su interior a la Virgen que lleva este nombre, y en cuyo honor se celebra la vebena de la Paloma con motivo de la ascensión de la Virgen, el 15 de agosto.
Se trata de un templo que comenzó a construirse hace dos siglos. Una de las joyas de la parroquia es el cuadro Nuestra Señora de la Soledad, y que fue hallado, según la tradición, en un corral de la céntrica calle Paloma en el siglo XVIII. Tras ser localizado, fue entregado a una vecina que residía en esta zona, Isabel Tintero, que decidió exponer el lienzo en el portal de su domicilio.
Fue a partir de ese momento cuando la imagen comenzó a ser venerada primero por los vecinos del barrio, y luego al resto de habitantes de la capital de España. Se comenta que incluso la reina María Luisa de Parma, esposa de Carlos IV, era devota de la imagen.
La creciente popularidad del cuadro hizo que se construyera, a comienzos del XIX, una capilla donde poder custodiar mejor el cuadro, y que fue construida por el arquitecto Francisco Sánchez.
Casi un siglo después, fue cuando la parroquia de San Pedro el Real cuando la antigua parroquia se trasladó a la calle Paloma y adquirió la fisionomía actual. En 1891 se iniciaron los trabajos para ampliar el templo, de manera que se popularizó el nuevo nombre, la parroquia de La Paloma, mientras los clásicos le seguían nombrado, pese al cambio de dirección, la parroquia de San Pedro el Real.
La iglesia fue inaugurada el 23 de marzo de 1912. El arquitecto Lorenzo Álvarez Capra trazó una planta de cruz latina, con dos naves laterales y una central, presidida por el altar mayor, donde se encuentra el lienzo de la Virgen de la Paloma.
Su fachada principal está integrada por un cuerpo central con pórtico, a cuyos lados se elevan dos torres gemelas. Los materiales empleados son el ladrillo rojo y la piedra, localizada en algunos elementos aislados, caso del citado pórtico. En 1978 se promovió su restauración, que fue llevada a cabo por el arquitecto Antonio Ábalos Culebras.