La Iglesia en España sigue "caminando junta" con los migrantes: "Tenemos que ser una casa acogedora"
Las Jornadas de delegados diocesanos y agentes de pastoral con personas migradas tienen lugar este fin de semana en Ciempozuelos (Madrid)
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“Caminando juntos en comunidades acogedoras” es el tema que propone el departamento de Migraciones para las Jornadas de delegados diocesanos y agentes de pastoral con personas migradas que está teniendo lugar en Ciempozuelos (Madrid).
El departamento de Migraciones subraya en estas jornadas que “comunidades acogedoras son aquellas que abren sus puertas a las personas que llegan, independientemente de su origen, y ven en ellas una oportunidad de transformación pastoral y social que es, precisamente, a lo que nos insta el Papa Francisco: “La Iglesia tiene que ser una casa acogedoras, con las puertas abiertas siempre”.
El encuentro comenzó este viernes, 22 de abril, con las intervenciones del presidente de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y la Movilidad Humana, Juan Carlos Elizalde; y el director del departamento de Migraciones, el dominico Xabier Gómez. El obispo responsable de este departamento, Monseñor José Cobo, ofreció la primera ponencia con el título, “Identidad, misión y futuro en la pastoral con personas migradas”.
La ponencia de José Cobo
“Es importante estar juntos para sembrar, es momento de siembra, es una siembra de encuentro y sobre todo de experiencia, lo que sabemos y el rodaje es para descubrirnos, en cada lugar estamos con encarnación, escucha, y al ver experiencias decimos madre mía, este es un campo como no esta tan reglado, estamos en un campo tan amplio y a veces hace falta hacer malabares, es alucinante”, dijo José Cobo.
Mons. Cobo detalló las 10 razones por las que la Pastoral merece la pena seguir adelante: la migración es un signo de los tiempos, la Iglesia es católica y lo llevamos en nuestra sangre, la migración es una oportunidad, porque la tradición magisterial así lo ha madurado, porque atiende a una realidad especial y delimitada pastoralmente, porque se sitúa dentro de la pastoral de cada diócesis con puesto y lugar especifico, porque estamos llamados a trabajar en procesos, porque necesitamos comunidades significativas que sean signo de que Dios esta actuando en medio de nosotros, porque la migración es fuente de una espiritualidad propia agrupada en una experiencia de vida, porque la vida profética de la Iglesia necesita una voz que encare la justicia y la misericordia.
La mesa redonda de este sábado: ejemplos de acogida en las diócesis
Este sábado ha comenzado la jornada con una Eucaristía en recuerdo de Gabriel Delgado, director del secretariado de Migraciones de Cádiz y Ceuta, tras más de 25 años de trabajo “en la acogida” en esta diócesis que es Frontera Sur de Europa, donde es constante la llegada de migrantes y las muertes de personas que llegan en patera.
Para este sábado se organizó una mesa redonda en torno al tema de las jornadas. Se han presentado tres proyectos de comunidades acogedoras: en la parroquia de Cristo Rey de Zaragoza, el programa Berakah, de la unidad pastoral del casco histórico de Vitoria, y en la comunidad de San Egidio en España.
La parroquia de Cristo Rey en Zaragoza, modelo de acogida en la ciudad
Don Samuel Pérez, párroco de Cristo Rey en Zaragoza, ha detallado su proyecto de acogida en la parroquia que empezó cuando llegaron a la ciudad un número importante de migrantes venezolanos: “Es un barrio con el 24% de migrantes. ¿Cómo atender a todo esto? Es un barrio solidario y nosotros como Iglesia teníamos que estar allí para ayudar a estar personas que no tienen destino ni tienen rumbo”. “Somos una comunidad acogedora de unas cuarenta personas y entendemos que insertarse en una nueva realidad no es solamente adaptare, sino llegar a ser agentes de transformación”, ha detallado el párroco de Zaragoza.
El programa Berakah en Vitoria
El programa Berakah, de la unidad pastoral del casco histórico de Vitoria, también ha detallado su proyecto gracias al testimonio de Fidel Molina, diácono y uno de los responsables del programa. “Desde el principio lo que queríamos hacer era atender a esas personas que no reciben ayudas por el tejido social habitual, aquellos que no tienen plan. Queremos ser una respuesta de la Iglesia a los más empobrecidos: alguien pone dinero, ropa, alimentos...Berakah es puro Evangelio”, ha explicado Fidel.
El programa cuenta con un equipo de más de 250 voluntarios y entrega alimentos a las personas más necesitadas, proporciona asesoramiento en cuestiones legales y jurídicas o de formación y autoempleo, intermediación en cuestiones de vivienda, acogida familiar, grupos de tiempo libre y apoyo escolar, formación de voluntariado, etc...
El trabajo de la Comunidad San Egidio en España
Tiscar Espigares, responsable de la Comunidad San Egidio en España, ha detallado todo el trabajo que hacen con los migrantes hoy en día. Tiscar ha recordado algunas de las fechas más dramáticas que hemos vivido durante estos años y ha alabado el modelo de corredores humanitarios que tan bien están funcionando, por ejemplo, en Italia: “Se crean redes sociales que favorecen el apoyo y la acogida en el país donde llegan los refugiados. Son un modelo de patrocinio comunitario y es una sinergia entre las comunidades y las instituciones. Las personas que llegan, desde el primer día, empiezan un itinerario para crecer”.
“Las Instituciones no acoge, lo que acogen son las comunidades”, ha subrayado Tiscar durante su ponencia. “Esto es lo opuesto a comunidades cerradas y obsesionadas con encontrar a alguien que se les parezca o simplificando el mundo dividendo el mundo en nosotros y luego los demás”, ha dicho la responsable de la comunidad San Egidio en España.