Javier Leoz, párroco de la Capilla de San Fermín: "Fue un hombre que dio su vida y su sangre por Cristo"

Este miércoles, a las 12:00 horas, Pamplona ha dado comienzo a los Sanfermines más esperados de la historia, tras dos años en los que las fiestas de la capital navarra han sido suspendidas a causa de la pandemia de la covid-19.

El exjugador de fútbol, un emocionado Juan Carlos Unzué, ha sido el encargado de lanzar el Chupinazo pero, ¿quién fue San Fermín y dónde se encuentran sus restos? En el programa 'Iglesia al Día' con Álvaro de Juana, el padre Javier Leoz, párroco de la Iglesia de San Lorenzo, ha explicado el significado de estas fiestas y de este santo tan importante para Navarra.

"Fue un hombre que dio su vida y su sangre por Cristo"

Es justamente en este templo donde se encuentra la capilla del que fuera el primer obispo de Pamplona: “El pañuelo que nos ponemos los navarros en las fiestas es algo muy importante y yo también me uno. El color rojo es muy importante, significa el martirio del santo, el blanco una llamada a la eternidad y los dos nudos, Dios y nosotros”.

San Fermín nació en Pamplona, durante el Imperio Romano: acaba siendo obispo en las Galias y sucesivamente el primer obispo de Pamplona. Muere en Amiens, a unos 250 kilómetros de París. En el siglo XI comienzan a llegar las reliquias a la ciudad y se convierte en el santo más popular y en el patrón de Navarra: “Fue un hombre que dio su vida y su sangre por Cristo, y precisamente por eso fue mártir, lo queremos mucho y decir San Fermín, es decir Navarra”.

El recorrido de la procesión de este jueves, 7 de julio

La capilla de San Fermín en la iglesia de San Lorenzo es “emblemática, un santuario internacional donde pasan miles y miles de personas de diferentes países y este jueves, a partir de las 10, tiene lugar un rito precioso, único en el mundo entero. El ayuntamiento, con los gigantes, va a la catedral, recoge el cabildo, vienen hasta San Lorenzo, recogen a San Fermín, dan la vuelta en procesión por los tres burgos y se celebra la Misa mayor presidida por el arzobispo. Es un recorrido precioso de hasta 5 horas y digo siempre como párroco que tendría que ser declarado de interés internacional porque es único en el mundo entero”.

Este santo, para el párroco de San Lorenzo, es “modelo de fortaleza […] estamos en unos tiempos complicados para el cristianismo y tenemos que “vender” y “presentar” la realidad del Evangelio. Tenemos que ser fuertes y creer lo que llevamos en nuestras manos […] proponer sin miedo y sin arrogancia el mensaje cristiano a nuestro mundo”.