Un joven de Canarias acude a una Iglesia después de muchos años y su vida cambia por completo: “Sentía algo especial”

Diego Ayuso, un joven canario de 28 años, se prepara para recibir el bautismo en el Vaticano, un evento que marca el culmen de un profundo proceso de conversión. Su historia, marcada por la desvinculación de sus padres con la fe católica, es un testimonio de una búsqueda personal que lo ha llevado a conectar con sus raíces espirituales de una forma muy especial.

Aunque sus abuelos eran católicos practicantes y sus padres se educaron en colegios religiosos, la fe no se transmitió directamente a Diego. Sus padres se desvincularon de la tradición religiosa. Sin embargo, desde muy pequeño, Diego sintió una fuerte conexión con la espiritualidad y rezaba. "Sentía como algo muy especial en las iglesias", confiesa en 'Ecclesia es Domingo' en TRECE. Aunque durante la adolescencia perdió un poco la fe, alrededor de los 20 años la retomó con mayor madurez, decidiendo finalmente formalizar su fe a través del bautismo.

Hakuna: Un Punto de Inflexión

El punto de inflexión en su camino espiritual fue su encuentro con Hakuna, un movimiento eclesial juvenil católico que cuenta con un grupo musical llamado Hakuna Group Music, que le fue recomendado por una amiga. La experiencia de participar en las horas santas junto a otros jóvenes fue impactante para Diego: "Me puse ahí al frente del todo en la parroquia del Pilar a cantar con ellos, y quizás eso fue la primera cosa así fuerte fuerte que yo viví". 

La comunidad y la música jugaron un papel clave en su acercamiento a la fe, facilitando una conexión más directa con lo espiritual. "Hakuna es una labor increíble en cómo comunican y cómo hacen las cosas, porque sobre todo para gente joven [...] a través de la música [...] se consigue quizás acercarte más a la fe", explica.

El Apoyo de la Comunidad

El camino de Diego hacia el bautismo ha estado marcado por el apoyo de mucha gente. “Cuando estás acompañado por otras personas todo es mucho más fácil”, asegura. Desde amigos que lo introdujeron a grupos de formación, hasta aquellos que lo guiaron en el estudio de textos religiosos y resolvieron sus dudas, Diego ha encontrado en la comunidad un pilar fundamental. 

Incluso confiesa que sintió “vergüenza” al admitir que no estaba bautizado, pero en vez de rechazo encontró acogida y cariño. La comunidad no solo lo ha acompañado, sino que también lo ha celebrado, mostrando la esencia del cristianismo: acoger a las personas sin juzgar.

La Decisión del Bautismo

La decisión de bautizarse fue una elección libre, un deseo que sus padres siempre respetaron. "Ellos querían que yo lo eligiera libremente", comenta Diego, reconociendo que esta espera fue un regalo. El hecho de poder vivir este proceso con consciencia y libertad lo ha hecho aún más significativo para él. "Es que es tan bonito que pueda disfrutar de ese camino con libertad, que pueda escoger y formarme por mi cuenta y ser consciente de cuando yo me bauticé". 

Diego anticipa que tras el bautismo, su vida se enriquecerá aún más por poder comulgar y confesarse. Se bautizará en Roma durante la Semana Santa, en el marco del Jubileo, un evento que lo llena de emoción.