Los Obispos de Andalucía llaman a una "participación responsable" en las elecciones

Los Obispos de Andalucía llaman a una participación responsable en las elecciones. Proponen 6 principios para ayudar a orientar el voto de los andaluces.

Los Obispos de Andalucía llaman a una "participación responsable" en las elecciones

Pablo Valentín-Gamazo

Publicado el - Actualizado

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Los Obispos de las Diócesis de Andalucía han publicado una nota ante las elecciones al Parlamento Andaluz. Con motivo de los comicios convocados en la Comunidad autónoma de Andalucía para el próximo día 2 de diciembre, los Obispos de las Diócesis de Andalucía han querido lamar la atención sobre la "importancia de participar responsablemente en ellas". Con esa participación, los episcopados han afirmado que "se cumple el deber moral que todo ciudadano tiene siempre en la búsqueda y afianzamiento del bien común de la sociedad en que vive".

Esta nota quiere ser una oferta de orientaciones de los obispos de cara a la decisión del voto. La razón que han aportado es que del voto "depende la consecución del bien común de la sociedad, fundado en los derechos fundamentales de las personas y grupos sociales".

El punto de partida de la nota de los Obispos de las Diócesis de Andalucía ante la próxima cita electoral es claro. "Tenemos presente que ninguna opción política recoge en sus programas la experiencia de la Iglesia o la totalidad de la Doctrina Social". Por ello, los obispos recomiendan discernimiento ante la búsqueda de la opción política que más se acerque a la propuesta de la Doctrina Social de la Iglesia. En ese sentido, han querido enumerar los principios que, según los episcopados, son necesarios respetar. 

6 principios con los que los Obispos de Andalucía proponen pensar el voto en las elecciones andaluzas

1. El derecho inviolable a la vida humana. Es importante discernir en los programas de los partidos la garantía del derecho a la vida humana, desde su concepción hasta su muerte natural. Esto significa no aceptar la proclamación del aborto y de la eutanasia como un derecho de algunos en detrimento de la vida de los más indefensos.

2. El reconocimiento, la promoción y la ayuda a la estructura natural de la familia, como unión entre un hombre y una mujer basada en el matrimonio, y su defensa frente a los intentos de discriminarla con formas diferentes de unión que oscurecen su carácter propio y su papel social insustituible.

3. La protección del derecho de los padres a educar a sus hijos según las propias convicciones morales y religiosas, previsto en la Constitución. Hoy es particularmente necesario promover una educación que promueva la búsqueda y el conocimiento de la verdad, así como respetar la libertad de los padres que quieran educar a sus hijos en sus valores morales, sin que se les imponga una visión ética concreta, ni la imposición de la ideología de género.

4. La defensa y la ayuda a los sectores más débiles de nuestra sociedad, entre los que se encuentran especialmente los ancianos, las personas que carecen de trabajo o no tienen un trabajo decente, los jóvenes y los inmigrantes. Urge promover las condiciones que hagan posible la productividad, la creación de nuevos puestos de trabajo sin soslayar el sentido de la justicia y de la solidaridad en la contratación laboral. Del mismo modo, es urgente la promoción de una opinión pública y de una legislación respetuosa con la dignidad de los inmigrantes, así como una regulación responsable de los procedimientos para su entrada y para su integración en la sociedad.

5. El momento histórico nos pide a todos construir una vida social más justa y pacífica. Queremos advertir a nuestros fieles de aquellas formaciones políticas cuyos dirigentes se dejan llevar por el populismo y la demagogia sobre nuestra historia. Frente a la fragmentación y confrontación social, se ha de promover el valor humano y social de la reconciliación, el diálogo y la amistad entre las personas, aun cuando no compartan la misma concepción del ordenamiento social, ni profesen las mismas creencias.

6. Finalmente, no podemos olvidar que, a la hora de emitir el voto, solo se hace posible la edificación de una sociedad más justa y pacífica actuando con inteligencia, libertad y responsabilidad en la búsqueda del bien común, sin olvidar la prioridad por los más desfavorecidos.

Finalmente, en el comunicado, los Obispos hacen una última petición: "En nuestra oración a Dios, nuestro Señor, encomendamos a todas nuestras familias y comunidades eclesiales que eleven preces al Señor, para que las próximas elecciones regionales en Andalucía contribuyan al bien de nuestra sociedad, fundado en la verdad, la justicia, la libertad y la paz. Así lo pedimos cada día invocando a la Virgen María, Madre de la Iglesia, Reina de la Paz".

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