A LAS 17.00
Los obispos se reúnen con la ministra Celaá mientras avanza en su reforma educativa
El secretario general de la CEE, Mons. Luis Argüello acudirá al encuentro con la titular de Educación para conocer los detalles de la reforma educativa
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El secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Mons. Luis Argüello se reúne esta tarde con la ministra de Educación, Isabel Celaá. El objetivo de esta reunión es trasladar la posición de los obispos sobre la reforma educativa que ha propuesto la ministra socialista. La preocupación de la Iglesia por la educación es total y trasciende a la asignatura de Religión y a la educación concertada. El obispo auxiliar de Valladolid lo recordaba en la rueda de prensa posterior a su nombramiento: “Nos preocupa también lo que pasa en la escuela pública”.
Los obispos quieren recordarle a Celaá la importancia de la formación en otras asignaturas, además de la religión. La presencia de las Humanidades y la Filosofía en el sistema educativo también va a estar presente en la reunión. El secretario general de la CEE recordaba que estas disciplinas son “territorio” para cultivar aspectos fundamentales en la persona como “el sujeto, la conciencia, los valores y las virtudes”.
Mons. Luis Argüello va a acudir a la cita con la ministra Celáa junto a Mons. César Augusto Franco, obispo de Ávila y presidente de la Comisión Episcopal de Enseñanza, a falta de confirmación oficial. Ambos van a trasladar al Ejecutivo de Pedro Sánchez su intención de buscar pacto y diálogo en torno a la educación. El secretario general de la CEE espera esta disposición para que la ciudadanía pueda superar que se vaya a reforma educativa por cada cambio de Gobierno.
El último movimiento de Celaá con la asignatura de Religión: supresión de dos puntos de la LOMCE
Mons. Argëllo va a tratar con Celaá cuál es el papel final de la asignatura de religión en la reforma de la LOMCE, entre otros asuntos. El último movimiento de la titular de Educación ha sido la supresión de dos puntos de la ley del Partido Popular que afectan directamente a la enseñanza de la religión. Estos puntos son los que la definían como asignatura “específica” para los dos cursos de Bachillerato y computable para la nota media. Por lo tanto, desaparece de los últimos cursos escolares, no puntúa para la media y, por tanto, para el acceso a la universidad.
Esta nueva variación afectaría al estatus de la religión frente a otras asignaturas. Tanto es así, que podrían verse comprometidos los acuerdos del Gobierno con la Santa Sede de 1979. El artículo segundo del acuerdo sobre educación establece la inclusión de la religión en la enseñanza “en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales”.
De igual modo, el escrito oficial firmado por España recuerda el derecho a recibir esta formación, así como el respeto a la libertad de conciencia de aquel que no lo desee. Sin embargo, la pretensión de Isabel Celaá es suprimirla de la oferta de alternativas a la nueva asignatura de Valores Cívicos y Éticos en Primaria y Secundaria.
La escuela concertada: sin el criterio de demanda social y "complemento" de la pública
Otro de los intereses de la ministra de Educación es acabar con el criterio de demanda social de la llamada “Ley Wert”. Se trata de un criterio con el que las escuelas concertadas pueden ampliar su número de plazas ante una demanda elevada por parte de las familias. La eliminación de esta posibilidad para los centros concentrados es, según Celaá, para que la escuela pública no sea subsidiaria de la concertada.
Además de intencional, la eliminación sería literal. En la redacción del artículo 109.2 del nuevo anteproyecto ya no se encontrarían esas dos palabras. “ (…) La enseñanza básica, obligatoria y gratuita, se programará por las administraciones educativas teniendo en cuenta la oferta existente de centros públicos y privados concertados“, se lee en el documento. " (...) y la demanda social " es lo que ya no figura en el texto de 2013.
Por lo tanto, la “preeminencia” en España serían los centros públicos, según la ministra. Por lo tanto, el papel de los concertados sería el de “complementario a las necesidades de escolarización”. Esto podría afectar a la organización más representativa de la educación privada concertada en España, Escuelas Católicas, que posee más de 2.000 centros en todo el país.