Los salesianos recuerdan a Antonio César Fernández, asesinado hace tres años en África: "Tu sueño continúa"

Hace justo tres años, el 15 de febrero de 2019, el misionero salesiano español Antonio César Fernández fallecía en Burkina Faso a raíz de un atentado yihadista.

El misionero salesiano falleció tras recibir tres disparos durante el ataque, en el que fueron asesinados también 5 funcionarios de aduanas locales y que se produjo cuando el misionero regresaba a su comunidad en Uagadugú junto a otros dos religiosos. Los misioneros volvían a la ciudad tras celebrar una reunión de la Inspectoría Salesiana de África Occidental Francófona en Lomé, capital de Togo.

Fundador de la presencia salesiana en Togo

Fue un ataque que se enmarcó dentro de la ola de violencia que azotó a Burkina Faso desde 2015. El ataque se produjo en la localidad de Nohao, en la provincia de Boulgou, a 40 kilómetros de la frontera sur del país y cerca de Ghana: allí, un grupo de yihadistas en motocicleta atentó contra un puesto de aduanas, atrapando en el fuego cruzado al misionero.

Antonio, nacido en Pozoblanco (Córdoba) en 1946, era misionero desde 1982, año en el que fundó la presencia salesiana en Togo e hizo de este país de África Occidental su primer destino, si bien en la actualidad ejercía en Burkina Faso.

"Entregó su vida los demás en África"

Aquel 15 de febrero, el alcalde de Pozoblanco destacó el ejemplo de ese sacerdote salesiano “que entregó su vida a los demás en África y al que nunca podremos olvidar”. El alcalde lamentó la muerte de “este pozoalbense ejemplar, cuyo testimonio de vida no muere con él sino que queda con nosotros para siempre” y hizo públicas sus condolencias a los familiares, a la comunidad salesiana y amigos del fallecido, a los que mostró todo su apoyo y afecto en un momento tan doloroso.

El alcalde destacó una trayectoria marcada por el compromiso con los más desfavorecidos y por “su vitalidad y entrega, que nunca olvidaremos sus paisanos”.

Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil

El misionero recibió el año pasado, a título póstumo y concedida por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil. El alcalde de Pozoblanco expresó su "agradecimiento y satisfacción por la condecoración" otorgada por el Gobierno de la Nación al referido misionero, ya que se trataba de "un reconocimiento a toda una vida dedicada a ayudar a los demás, de entrega y generosidad".

En este sentido, Cabello señaló que "el padre César", que fue asesinado cuando contaba con 72 años, era “un ejemplo y su recuerdo está ya para siempre entre todos nosotros. Esta merecida condecoración se suma al reconocimiento que hemos querido hacerle también desde el Ayuntamiento, denominando una calle de Pozoblanco con su nombre” pues "Antonio César Fernández fue un modelo de humanidad", que estuvo "sembrando un futuro mejor y lleno de esperanza hacia los que más lo necesitaban, y Pozoblanco siempre lo recordará".