Luis Argüello, ante la larga sequía en un "verano de calor y guerra": "Pedimos el don de lluvia y de la paz"
El arzobispo de Valladolid ha pedido a todos los representantes públicos "buscar caminos de encuentro y colaboración de todos los ciudadanos en favor del bien común"
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Monseñor Luis Argüello, arzobispo de Valladolid, ha enviado una carta, en la festividad de San Lorenzo, a todos los feligreses de la archidiócesis para pedir “el don de la lluvia y de la paz” y trabajar “por el bien común”.
“Vivimos una larga sequía en un verano de calor y guerra. La escasez del agua es ya dramática y las consecuencias de la guerra, en medio de la gran lucha global, nos hacen avizorar dificultades económicas quizás inéditas para las generaciones más jóvenes”, ha escrito el arzobispo de Valladolid en la carta.
Luis Argüello subraya que “el Señor también pasa y se hace especialmente presente en los que sufren en su proprio cuerpo estos problemas; desde ahí nos llama a la conversión que se manifiesta en la oración, el ayuno y la limosna”.
El primer acto es la oración y desde la archidiócesis de Valladolid, Luis Argüello invita a rezar, “pidiéndole al Señor el don de la lluvia y el bien común de la paz. Queridos presbíteros invitad al pueblo santo de Dios a esta rogativa en la Eucaristía y en la Liturgia de las Horas. En la próxima fiesta de la Virgen que tantas advocaciones tiene entre nosotros, solicitémosle su intercesión”.
Tras la oración, puede ayudar el ayuno y la “reducción del consumo de agua y de energías básicas de manera que no despilfarremos el agua tan escasa y necesaria. Para fijar el criterio del despilfarro hay que mirar a los que menos tienen”.
El arzobispo de Valladolid advierte además que las crisis generan desigualdades en sus consecuencias y “exigen combatir sus causas, en la medida que dependan de la voluntad humana”. Por eso, Luis Argüello invita a los feligreses a la “limosna del compartir con los que menos tienen y al compromiso público en favor del bien común en los ambientes e instituciones económicas o políticas de las que formamos parte”.
El prelado anima a todos los representantes públicos, “en el poder y en la oposición, a buscar caminos de encuentro y colaboración de todos los ciudadanos en favor del bien común”.