Mensaje del Papa a la CONFER: "Mirar con esperanza el futuro de la vida consagrada en España"
El pasado 5 de noviembre el Papa envió este mensaje a la XXV Asamblea de la CONFER, una invitación a mirar el futuro con esperanza.
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El pasado 5 de noviembre el Papa Franisco envió un mensaje a la CONFER: mirar con esperanza el futuro de la vida religiosa en España. Hace una semana, el Santo Padre escribió unas líneas a la Confederación de Religiosos de España (CONFER) con motivo de su XXV Asamblea General. El Papa valora en su mensaje los lazos de fraternidad, reciprocidad y comunión que se han creado en las tareas propias de la CONFER. También, ha destacado este aspecto que ha visto en la solidaridad y ayuda entre consagrados y consagradas en muchos momentos y circunstancias.
El mensaje del Pontífice ha sido leído por el nuncio de Su Santidad en España, Renzo Fratini, durante la apertura de la XXV Asamblea General de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), que ha tenido lugar este martes 13 de noviembre en el Hotel Weare Chamartín.
Hace una semana, el Pontífice expresó e invitó a los miembros de la CONFER “a mirar con confianza el futuro de la vida consagrada en España”. Estas declaraciones han sido adecuadas con respecto al lema con el que se celebra esta asamblea: “Les daré un futuro lleno de esperanza”.
El Señor nos da esperanza con sus mensajes de amor
También les escribió el Santo Padre que “el Señor nos da esperanza con sus constantes mensajes de amor y con sus sorpresas, que a veces nos pueden dejar desorientados, pero nos ayudan a salir de nuestras clausuras mentales y espirituales”. Y añadió que “su presencia es de ternura, nos acompaña y nos compromete”.
En cuanto al camino que ha realizado la CONFER, el Sumo Pontífice les animó a seguir trabajando en la misma línea. La razón: su vocación de que "servir y animar la vida consagrada española". Lo que ve Francisco es que, gracias a esa constancia, la mirada de la vida consagrada se puede trasladar como una llamada y un mundo "lleno de oportunidades y también de entusiasmo, pasión y conciencia de que la vida consagrada hoy tiene sentido”.
Hombres y mujeres de esperanza
Francisco insistió en un concepto muy recurrente en su predicación: la necesidad de ser profetas en la Iglesia, es decir, “hombres y mujeres de esperanza”. Recordó en el documento que ese precisamente es uno de los objetivos del año de la vida consagrada: “abrazar el futuro con esperanza”.
Asimismo, aludió y reconoció las dificultades que atraviesa la vida religiosa. La principal de ellas es la disminución de vocación y el consecuente envejecimiento de sus miembros, entre otros. Su respuesta a los consagrados en este sentido es una palabra: esperanza, confianza en el Señor. En estas circunstancias, reza el texto de hace ocho días, “se eleva nuestra esperanza en el Señor, el único que nos puede socorrer y salvar”.
Contagiar a los jóvenes con la alegría del Evangelio
Por esa razón, mencionó el Evangelio de los obreros y la mies en el que Jesús demanda "obreros", vocaciones de todo tipo, para la "mies", la Iglesia. Para ayudar a cumplir la Palabra, animó a "trabajar en la evangelización de los jóvenes para que se abran a la llamada del Señor”. Es consciente de la palabra que mejor describe esta petición: desafío. Ese desafío que escribió como el “estar al lado de los jóvenes para contagiarlos con la alegría del Evangelio y la pertenencia a Cristo”. Es un desafío, pero no imposible. Para cumplirlo, el Papa demandó “religiosos audaces”, que abran nuevos caminos y un planteamiento de la cuestión vocacional como opción fundamental cristiana.
La vida consagrada camina en santidad
El Santo Padre, religioso jesuita, recuerda que en su condición está el deber de "obsesionarnos, desgastarnos y cansarnos viviendo las obras de misericordia, que son el programa de nuestra vida”. En esa vocación, es necesaria la precisión, como recordó. “No se trata de ser héroes ni de presentarnos a los demás como modelos, sino de estar con los que sufren, acompañar, buscar con otros caminos alternativos, conscientes de nuestra pobreza, pero también con la confianza puesta en el Señor y en su amor sin límites”.
Por esta razón – aseveró – es necesario volver a escuchar “la llamada a vivir con la Iglesia y en la Iglesia, saliendo de nuestros esquemas y comodidades, para estar cerca de situaciones humanas de sufrimiento y desesperanza que esperan la luz del Evangelio".
Vivir con humilde audacia mirando al futuro
El Santo Padre Francisco concluyó su mensaje a la Conferencia Española de Religiosos con un llamamiento. Les impulsó a vivir con "humilde audacia mirando al futuro y en actitud de escucha del Espíritu”. Y, tras impartirles la bendición del Señor, formuló votos para que la Virgen Santa los acompañe y los ayude a descubrir el camino a seguir; a la vez que pidió que, por favor, no se olviden de rezar por él.