Mons. Saiz Meneses es ya arzobispo de Sevilla: la pobreza y la defensa de la vida, entre sus desafíos

Eran las 11.29h de la mañana cuando Mons. José Ángel Saiz Meneses tomaba en su mano el báculo y se convertía en el Arzobispo de Sevilla número 130 de la historia entre los aplausos de las 800 personas, entre autoridades civiles, militares y religiosas que han asistido a la toma de posesión del nuevo pastor de la Iglesia sevillana en la Catedral Hispalense, que lucía sus mejores galas. La limitación de aforo derivada de la pandemia no ha restado un ápice de emoción a esta mañana calurosa en Sevilla.

Ante la atenta mirada de la patrona de la ciudad, la Virgen de los Reyes, Mons. Meneses tomaba el relevo de Mons. Juan José Asenjo, que ha estado al frente de la Archidiócesis durante casi doce años.

El rito de entrada y el momento de la toma de posesión ha estado presidida por el Nuncio de Su Santidad en España, Mons. Bernardito Auza, quien se refería a esta jornada de sábado como un día gozoso para la capital andaluza: “Deseo manifestarles a todos el afecto del Santo Padre, el Papa Francisco. Expreso mi agradecimiento y al mismo tiempo una sentida despedida a Mons. Juan Jose Asenjo. Él ha sabido conquistar el afecto de los diocesanos durante los once años que ha dedicado al servicio de esta Archidiócesis, con entrega incansable, mostrándose como un pastor cercano”.

La ceremonia ha comenzado cuando la comitiva compuesta por el nuncio, el arzobispo electo y el administrador apostólico han sido recibidos en la Puerta de la Asunción (la principal de la Catedral y que solo se abre en contadas ocasiones) por el Cabildo. A continuación, la comitiva se dirigió a la capilla de la Antigua, donde está la Reserva del Santísimo Sacramento. Finalmente, se han revestido en la sacristía de los Cálices antes de dar comienzo a la misa. El escudo con el lema de Mons Saiz Meneses, 'Remar mar adentro', colgaba del balcón principal del Palacio Arzobispal.

Mons. Asenjo reivindica la labor de las cofradías: “Contribuyen a mantener el humus cristiano”

Antes de iniciarse el rito de la toma de posesión, el hasta ahora Administrador Apostólico de Sevilla, Mons. Juan José Asenjo, se dirigía a su sucesor para manifestarle que llega a una Iglesia “de profundas raíces cristianas, evangelizada y fecundada ya en el siglo III por la sangre de las mártires Justa y Rufina”.

Quien ha sido Arzobispo de Sevilla desde 2009 y hasta 2021, ha asegurado que Mons. Saiz Meneses recibe a “un clero trabajador del que pronto estarás orgulloso. Encontrarás la colaboración de la vida consagrada en la pastoral y laicos de fe honda y con corazón de apóstol. Te los encontrarás por las calles y te dirán que te quieren y rezarán por ti”.

Mons. Juan José Asenjo ha hecho mención especial a las 700 hermandades y cofradías con las que cuenta la Archidiócesis hispalense, y constituyen una “auténtica riqueza”, por lo que pide a Mons. Saiz Meneses que “las quiera, las valore y las acompañe para que sientan tu cercanía y calor”.

Y es que como recalca el religioso, “contribuyen a mantener fresco el humus cristiano de esta tierra. Son para muchos sevillanos el camino de vida cristiana y de servicio a los pobres como se demuestra en estos momentos críticos de pandemia”.

Para concluir, Mons. Asenjo ha dejado ver a su sucesor que “le ha tocado un lote hermoso por la que merece dar la vida. Desde que se hizo público tu nombramiento, hemos encomendado al Señor tu persona y ministerio y le hemos pedido que encuentres en nosotros un pueblo bien dispuesto y te conceda las virtudes y sentimientos de Jesucristo Buen Pastor, que no vino a ser servido, sino a servir. Es lo que el Señor espera de ti”, ha reflexionado.

A continuación, Mons. Saiz Meneses tomó posesión como Arzobispo de Sevilla, mostrando al pueblo la Bula Pontificia, que es el documento sellado con plomo firmada por el Papa. A continuación tomaba el báculo como nuevo titular de la Iglesia sevillana.

Mons. Saiz Meneses: “La Iglesia debe ser solidaria con el sufrimiento humano”

A partir de ese momento, Mons. José Ángel Saiz Meneses fue el encargado de presidir la Eucaristía. En el interior de la Catedral la música del órgano y los cantos de la coral polifónica, dirigida por Herminio González Barrionuevo, inundaban las naves.

Durante su homilía, ha saludado a las autoridades y ha invitado a la comunidad cristiana a afrontar los desafíos actuales y a hacerlo enraizados en la roca que es Cristo: “Inicio con asombro y respeto el primer día. Me siento pequeño e indigno. La confianza en el Señor que siempre y vuestro apoyo me da fuerza para iniciar este camino. Soy un eslabón más en la cadena apostólica de esta Catedral. E una diócesis de trayectoria fecunda y cristiana, que ha dado cultura, arte y solidaridad a lo largo de los siglos”, ha subrayado.

Una iglesia de grandes santos que han marcado la historia de la Iglesia y de Sevilla, ha recordado el nuevo purpurado, quien ha explicado que “la misión de la Iglesia continúa a lo largo de la historia, que quiere conducir a los hombres a la paz, el amor y descubrir el camino del Señor”.

Mons. Meneses es consciente de que uno de los desafíos a los que debe hacer frente como titular de la Archidiócesis de Sevilla es la creciente desigualdad que ha generado la crisis de la covid-19 a todos los niveles: “La pandemia ha desencadenado una crisis económica y social sin precedentes al que se suman los flujos migratorios. Situaciones de pobreza material y nuevas pobrezas por la soledad, falta de afecto, falta de esperanza, la falta de sentido y de fe, que es la pobreza más importante”.

“Ante la crisis económica y el fenómeno migratorio hemos de ser solidarios con el sufrimiento humano. La Iglesia debe ser expresión de amor de Dios, como pide el Papa. Un encuentro al débil, una Iglesia que se conmueve y afronta las situaciones, que cura las ideas y ofrece calidez al corazón, como Jesús”.

El Arzobispo nacido en Sisante (Cuenca) ha incluido también entre los desafíos hacer frente a una sociedad líquida, donde la desconfianza y la precariedad marcan buena parte de los vínculos entre las personas, a lo que se suma el “enjambre digital, en la que cada uno se construye su propio mundo y acaba originándose una suma de individualidades que nunca llega a ser un nosotros”, ha lamentado.

Ante todos los desafíos, Mons. Saiz Meneses planteaba de manera retórica “¿Qué podemos hacer nosotros, pobres y pequeños?” La respuesta que ha dado es la del amor de Dios: “Ante la cultura subjetivista, ofrecemos la centralidad de la persona en Jesucristo. Cristo es el centro de la vida y de la misión de la Iglesia. Ofrecemos un principio de defensa de la vida sobre todo cuando es la del débil e indefenso. Ante el empobrecimiento individual ofrecemos las seguridad de que el ser humano es capaz de encontrarse con Dios”, ha sostenido.

Para lograr todos los retos, apuntaba en la homilía Mons. Meneses, “nos inspira el ejemplo de tantos hermanos nuestros que nos han precedido a lo largo de la historia de nuestra diócesis en el signo de la fe, la esperanza y el amor. Nos inspira el testimonio martirial de las santas Justa y Rufina, y de la beata Victoria; nos inspira la inmensa tarea evangelizadora y catequizadora de los santos obispos Leandro e Isidoro”, ha detallado.

Las autoridades civiles, religiosas y militares, presentes

En la toma de posesión del Arzobispo de Sevilla han estado presentes unos cuarenta cardenales, arzobispos y obispos, así como autoridades civiles y militares. Entre ellos destacaban el Arzobispo Emérito hispalense, el cardenal Carlos Amigo; el Arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella; el cardenal Antonio Cañizares, Arzobispo de Valencia; Antonio María Rouco, Arzobispo emérito de Madrid; Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid; el alcalde de Sevilla, Juan Espadas (que este domingo competirá con Susana Díaz en el proceso de Primarias para hacerse con las riendas del PSOE andaluz); la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo o el rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro.