Niños de 18 países de cuatro continentes viven un verano único gracias a San Egidio: "La amistad va creciendo"
Este año las colonias eran un auténtico arcoíris de nacionalidades, religiones, historias de vida que se encuentran para celebrar la diferencia y poner en práctica la convivencia
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Las Escuelas de la Paz de la Comunidad de Sant’Egidio han organizado este verano unas colonias donde participan niñas y niños de 18 países de cuatro continentes, en un auténtico arcoíris de nacionalidades, religiones, historias de vida que se encuentran para celebrar la diferencia y poner en práctica la convivencia.
Este año el tema principal de las colonias era “Juntos construimos la ciudad”, que explica cómo, poniendo los talentos al servicio del bien común, podemos construir una ciudad y un mundo donde todos pueden participar y aportar.
Cada día han conocido diferentes áreas profesionales, desde ocupaciones del área científica y sanitaria, pasando por ingenierías, letras, deportes, disciplinas artísticas, para reforzar la idea de que estudiando y aprendiendo con constancia y esfuerzo, pueden dedicarse a lo que quieran, explica Carlos Busto, responsable del movimiento Jóvenes por la Paz de Sant’Egidio.
“Según pasan los días, la amistad va creciendo entre ellos. Es bonito ver cómo los niños más mayores ayudan a los más pequeños y cómo van practicando la solidaridad y el estar pendientes unos de otros”
Las colonias reúnen a niños cuyas familias proceden de países africanos como Nigeria, Etiopía, Marruecos o de Filipinas, en el continente asiático. También hay este año una buena representación de niños de familias latinoamericanas que vienen de países como Argentina, Bolivia, Colombia, Cuba, Ecuador, El Salvador, Honduras, Panamá y Paraguay.
En este lado del Atlántico, además de los niños españoles, también vienen de Rumanía, y por supuesto de Ucrania, un país que siempre tienen presente cuando rezan por la paz. La mayoría vienen de los barrios madrileños de Malasaña, Lavapiés, Pan Bendito; otros son hijos/as de familias que acompañan en esta difícil crisis económica o que participan en el servicio de escuela de lengua y cultura.
Junto a sus “amigos mayores” del movimiento Jóvenes por la Paz, han jugado, hecho manualidades, se han bañado en la piscina, hecho juegos de agua, pero también han tenido un momento para elevar sus deseos de paz para Ucrania.
Carlos Busto, responsable del movimiento Jóvenes por la Paz de Sant’Egidio, ha hablado con
tras unas semanas participando en las colonias: “
[…] para algunos niños es la única oportunidad de vivir unas vacaciones dignas”. El gran reto, según Carlos, “es la convivencia y la integración entre niños de 18 países de todo el mundo.
”.
Lo más sorprendente para Carlos, cada vez que vive unas colonias de verano es ver como los niños más grandes ayudan a los más pequeños: “Les cuidan, les atienden, se ofrecen para ayudarnos. Siempre te da una esperanza para el futuro que aprendan a ser solidarios, convivir y construir un futuro de paz y solidaridad”.