El cardenal Juan José Omella, tras la reunión del Consistorio: “Vine animado"
El arzobispo de Barcelona ha explicado en "La Linterna de la Iglesia" de COPE los puntos clave del encuentro de cardenales en Roma: "La clave es la sinodalidad"
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“El Papa nos ha transmitido a todos la alegría de evangelizar”. Con estas palabras, el cardenal Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española, ha recordado su participación en la reunión con los cardenales de todo el mundo que ha mantenido el Papa Francisco estos días en torno a la Constitución sobre la reforma de la Curia, Praedicate Evangelium.
En una entrevista en el programa "La Linterna de la Iglesia", de COPE, Omella ha destacado que los días del Consistorio han sido “de un sentir de gozo, de haber estado con tantos hermanos del colegio cardenalicio, porque algunos están ya jubilados, otros recién creados cardenales… Y es en esta ocasión cuando nos encontramos todos juntos. Es una gran satisfacción que nos anima a continuar trabajando con la Iglesia. Yo vine animado, viendo que el Papa también está animado y nos transmite esa alegría de evangelizar”.
Estructura de servicio para evangelizar
Sobre la nueva Constitución, Omella ha destacado que “lo fundamental y lo esencial es que modificar la estructura de servicio tiene el objetivo de mejorar la forma de evangelizar el mundo de hoy, que es un mundo que ha cambiado desde que se hizo el Concilio Vaticano II. El mundo ha cambiado mucho, por ejemplo en España ha cambiado muchísimo, no solamente desde el punto de vista político, también social y también religioso, y también dentro de la familia”.
También la juventud es un mundo cambiante,ha destacado el cardenal, “es un mundo más globalizado, donde hay más influencias de un sitio y de otro. Yo creo que hay que de alguna manera adaptar las estructuras de servicio como es la curia romana, es un modelo para las diócesis, para nuestras estructuras diocesanas y parroquiales, en vistas a adaptarse para el servicio de transmisión de la Buena Noticia de Jesús al mundo de hoy”.
En clave de Sínodo
Una nueva estructura cuya clave “es sinodal”, ha querido remarcar. “Es clave vivir lo que hemos vivido ya este año pasado en todas las diócesis del mundo y en España concretamente, donde hicimos estos grupos de trabajo, de reflexión, de discernimiento, de escucha de todos. Nosotros hemos vivido esa experiencia también en este encuentro. Se hicieron los grupos lingüísticos y en nuestro caso hemos podido dialogar con nuestros cardenales hermanos que vienen de América Latina. Todo eso es enriquecedor, porque nos abre a escuchar otra mentalidad, otra cultura”.
En un mundo en el que estamos “comunicados, pero vivimos cada uno muy aislado” ha permitido contactar “y encontrarnos las personas”. Además, ha destacado que de los 226 cardenales convocados, han participado cerca de 200.
“Hemos vivido la comunión, la participación, darnos cuenta que la misión de la Iglesia es de todos. Cada uno tiene un servicio que prestar al Pueblo de Dios. Desde el momento de nuestro bautismo tenemos algo que aportar, porque Dios nos ha dado a todos cualidades y eso ponerlo al servicio de los demás, para la misión, para la evangelización. Ya lo decía Pablo VI, la Iglesia no existe más que para evangelizar”.
Transmitir por contagio
En cuanto a la idea de “que la Iglesia se adapte al mundo”, Omella ha recordado que como los primeros cristianos, “nosotros hablamos la misma lengua que la gente, vestimos igual que ellos, vivimos igual que ellos, en pueblos como ellos, pero vivimos otro estilo, un estilo que viene del Evangelio”. Un estilo de vida “que no se impone sino que se transmite por contagio, ha destacado.
Por todo ello, el mensaje de Jesús “es esperanza para el mundo, alegría, libertad, no es una opresión”. En este punto, el cardenal se ha referido a todo lo vivido en la Peregrinación Europea de Jóvenes, que se celebró en Santiago de Compostela este mes de agosto, donde más de 12.000 jóvenes. Omella ha explicado que ese testimonio ha hecho que muchos otros “se hayan convertido, incluso bautizado, por testimonio, por contagio de otros”.
De la misma forma ha rememorado su participación en en el encuentro de familias y jóvenes, también este verano, en Medjugorje con cerca de 50.000 personas. “Esto es el futuro y el presente de la Iglesia, aquí hay una primavera que se anuncia en el mundo y en la Iglesia y tenemos que tener esperanza”.