La Pastoral Obrera de Cataluña lamenta el accidente de Súria y reclama seguridad para sus trabajadores
En un comunicado en el portal 'Noticias Obreras', la pastoral pide el compromiso de todos los agentes para evitar accidentes de este calado: "Debe ser una prioridad"
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La Pastoral Obrera de Cataluña ha lamentado la posible muerte de tres trabajadores este jueves tras quedar atrapados en un desprendimiento a 900 metros de profundidad en una mina de potasa de Súria (Barcelona).
En el portal 'Noticias Obreras', la pastoral ha compartido su “dolor y consternación” ante el accidente, y han expresado “su apoyo y oración para las familias afectadas”, así como su “solidaridad con el conjunto de trabajadores que realizan una actividad de riesgo, no siempre suficientemente valorada”.
La Pastoral Obrera de Cataluña ha insistido en que la seguridad en esta mina, como en todos los centros de trabajo “debe ser una prioridad” y ha proclamado que “trabajamos para vivir, y para vivir dignamente, no para morir”, por lo que considera necesario “el compromiso de todos –empresas, sindicatos, trabajadores, legisladores– para evitar accidentes que a menudo conllevan consecuencias terribles para los trabajadores y para sus familias”.
Por su parte el director de la Pastoral del Trabajo de la Conferencia Episcopal Española, Antonio J. Aranda, ha mostrado “nuestra profunda condolencia a sus familiares y compañeros”, en un mensaje de la cuenta de Twitter. Aranda relama a Gobierno y agentes sociales que “prioricen en sus agenda el resolver el grave problema de la siniestralidad laboral”.
El mensaje del Papa: “ La salud no puede cambiarse por unos euros de más”
Precisamente el Papa Francisco ha mantenido este 9 de marzo un encuentro con los directivos del Instituto Nacional del Seguro contra los Accidentes de Trabajo, donde el Santo Padre les ha pedido “garantizar la protección de la dignidad de las personas en el lugar de trabajo” pero también “el acompañamiento a los accidentados y el apoyo concreto a sus familias” desde una perspectiva de compasión y no meramente burocrática.
En su mensaje, Francisco ha pedido a las empresas acoger a los trabajadores accidentados antes de ser indemnizada: “Cualquier compensación económica adquiere todo su valor en la acogida y la comprensión de la persona”, ha subrayado el Pontífice.
El obispo de Roma ha alertado también sobre las consecuencias de no invertir en seguridad en el trabajo, lo que se traduce en un aumento en el número de los accidentes: “Frente a esta mentalidad, hay que recordar que la vida no tiene precio. La salud de una persona no puede cambiarse por unos euros de más o por el interés individual de alguien”, ha señalado.
Además, pide que no se responsabilice a las víctimas del accidente laboral: “Es una forma de justificar. Es un signo de la pobreza humana en la que corremos el riesgo de caer si perdemos la correcta jerarquía de valores, que tiene en la cima la dignidad de la persona humana”, ha sostenido.