¿Por qué el cardenal Omella recuerda este domingo a Antonio María Zaccaria, patrón de los médicos?
Antonio María Zaccaria fue un médico, sacerdote y amigo de los pobres italiano, nacido en el siglo XVI. Este 2023 se han cumplido los 125 años desde su canonización
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Antonio María Zaccaria fue un médico, sacerdote y amigo de los pobres. Nacido en la localidad italiana de Cremona en el siglo XVI, fundó la la Orden de los Clérigos Regulares de San Pablo, conocido como los barnabitas, que en el caso de Barcelona están presentes en la parroquia de Sant Adrià.
En este 2023, se cumplen 125 años de la canonización de Antonio María Zaccaria, una fecha que no ha pasado por alto el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, en su carta dominical de esta semana.
En su carta, el también arzobispo de Barcelona ha recordado los orígenes nobles de Zaccaria, aunque el santo nunca presumió de aquella condición: “De hecho, siempre firmaba sus cartas con estas sencillas palabras: Antonio María, sacerdote”, ha explicado Omella.
El cardenal también ha destacado el amor especial que Antonio María Zaccaria sintió hacia los más necesitados. Tanto es así que, según se cuenta, “cuando era niño se encontró con un mendigo que estaba casi desnudo. Sin pensarlo dos veces, se quitó la capa de terciopelo que llevaba y arropó con ella a aquel hombre”.
El fundador de los barnabitas estudió en Padua medicina. Hoy es patrón de los profesionales sanitarios, cuya festividad se celebró el pasado 5 de julio. Joven alegre, sensible y optimista, cuando terminó sus estudios regresó a Cremona. La peste mataba por entonces a millones de personas, por lo que Zaccaria decidió convertir su casa en un pequeño hospital: “Se entregó hasta el último aliento para atender a aquella multitud de enfermos que vagaban por las calles cansados y abandonados como ovejas sin pastor”, ha continuado expresando el arzobispo de Barcelona en su carta dominical.
A los 26 años, el santo fue ordenado sacerdote. Creó numerosos grupos de estudio de la Biblia y de catequesis abiertos a personas de cualquier edad y condición social. Cuentan sus biógrafos que cuando estas personas iban a ver al santo solían decir... “Vamos a escuchar al ángel”.
Luego fundó esta Orden de los Clérigos Regulares de San Pablo, cuyos clérigos llevaban una intensa vida de oración y estaban volcados sobre todo en la atención a los más pobres: “Atendían a los enfermos en sus casas y les brindaban atención espiritual y material. También fundó, unos años más tarde, la Congregación de Hermanas Angélicas de San Pablo y un movimiento de laicos, los Casados de San Pablo”, ha precisado el presidente del episcopado español.
Para finalizar la carta de esta semana, el cardenal Juan José Omella ha pedido a los fieles que, en este periodo de verano y de vacaciones para tantos españoles, recordemos a la figura de Antonio María Zaccaria para así “no olvidarnos de los más pobres, de los enfermos y de los que están solos”.