El Prior General de los Agustinos pide a los integrantes de la orden transmitir "unidad en este mundo difícil"

Este domingo, 28 de agosto, la familia agustiniana celebra la fiesta de San Agustín (354-430), quien ha dejado en la Iglesia un legado espiritual único de la que bebe no solo la Orden de San Agustín, los Agustinos Recoletos y los Agustinos Descalzos, sino otras muchas congregaciones religiosas, tanto masculinas como femeninas.

Con motivo de esta celebración, los agustinos han elogiado la figura del obispo de Hipona (al norte de África), a quien definen como “un hombre extraordinario” con “una inteligencia privilegiada, reconocida desde siempre y por todos”.

La festividad de San Agustín, se lee en el comunicado, significa “rendir tributo a un santo cuya vida tantos creen conocer y a menudo desconocen; al autor de tantos escritos, entre ellos obras maestras como las 'Confesiones', la 'Ciudad de Dios' o la 'Trinidad”.

Y es que, como recuerdan, San Agustín es el doctor cristiano que, después de san Pablo, más ha influido a dar forma al pensamiento teológico, moral y espiritual de la Iglesia latina: “Al teólogo que estuvo en el epicentro de la Reforma protestante, la gran crisis de la Iglesia occidental de la época moderna, al que católicos y protestantes pretendían tener de su parte”.

Asimismo, apunta la familia agustina, significa homenajear al cristiano que, a pesar de todos sus títulos de grandeza, “se sintió muy cercano a sus humildes hermanos en la fe, desde el convencimiento de que no tenía nada de que presumir ante ellos porque todo lo consideraba don gratuito de Dios”.

El mensaje del Prior General de la Orden de San Agustín

Además del comunicado, el Prior General de la Orden de San Agustín, el Padre Alejandro Moral Antón, se ha dirigido a la familia agustina para recordar que las fiestas de “Nuestra Madre Santa Mónica” y la “Solemnidad de Nuestro Padre San Agustín” deben ayudar “a vivir profundamente nuestro carisma, la experiencia comunitaria de la búsqueda de Dios y de la contemplación y de la belleza de Dios”.

El Prior General agustino ha instado también a la familia agustina a “transmitir unidad y comunión en este mundo tan difícil en el que nos toca vivir actualmente. La paz es un bien maravilloso en el que tanto insistió nuestro padre, el encuentro con los hermanos, con el prójimo y en el que debemos profundizar actualmente como un elemento fundamental de la vivencia de nuestro carisma”.