Rodolfo Sancho solicitó un sacerdote para acompañar a Daniel en la cárcel: así fueron los trámites
Román Pardo Manrique cuenta en 'Ecclesia al día' la gestión que realizó para encontrar a un misionero español en Tailandia que pudiese atender a Daniel Sancho: "No era fácil"
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Visto para sentencia el juicio contra Daniel Sancho por el asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta, aunque habrá que esperar al veredicto hasta el 29 de agosto. La familia del chef español salía satisfecha del juicio tras conseguir debilitar el argumento más contundente que podría llevar a su hijo a la pena de muerte o a la cadena perpetua, que es la premeditación en el asesinato del colombiano Edwin Arrieta.
Daniel Sancho lleva desde el pasado 7 de agosto en la prisión de Samui. Son incalculables las horas que han dedicado los medios de comunicación a informar sobre este caso que afecta al chef español, aunque quizás lo que no muchos conozcan es que el padre de Daniel, Rodolfo Sancho, solicitó atención pastoral para su hijo en la prisión.
Así lo ha relatado en 'Ecclesia al día' el sacerdote Román Pardo Manrique, profesor de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca, quien ha recordado en el programa que fue el presbítero quien gestionó el contacto de un misionero español en Tailandia.
“Un compañero me preguntó si conocía a algún sacerdote en Tailandia que pudiera visitar a Daniel Sancho. Fue su padre Rodolfo el interesado en que un sacerdote español pudiera visitar a su hijo. Yo soy de la diócesis de Burgos, donde hay bastantes misioneros con sacerdotes en Tailandia, me puse en contacto con ellos, pero me dijeron que no era fácil en Tailandia acceder en las prisiones por la legislación”.
Pese a las dificultades, Pardo Manrique consiguió proporcionar el nombre del misionero jesuita Miguel Garaizabal, el contacto religioso de lengua castellana en Bangkok. Cuestionado si el jesuita logró asistir a Daniel Sancho en la prisión, el profesor de Teología no lo ha podido confirmar: “No he conseguido saberlo”, ha comentado.
La posición de la Iglesia sobre la pena de muerte
Roman Pardo Manrique ha explicado también la posición de la Iglesia sobre la pena de muerte o la cadena perpetua a la que se enfrenta Daniel Sancho.
Sobre la pena de muerte, el profesor de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca ha recalcado que a lo largo de la historia, la Doctrina Social de la Iglesia ha reconocido la posibilidad incluso de la pena de muerte, pero pone el acento en la fuerza de un contrapeso que implicaba que esta sentencia de muerte quedara delimitada “para cuestiones gravísimas, en las que el agresor pudiera dañar o perjudicar”.
Pardo Manrique ha recordado que San Agustín ya reflexionó sobre esta cuestión y buscar que el reo pudiese aportar algo útil a la sociedad en lugar de que prevaleciera la venganza: “San Agustín hablaba de crear espacios para que sea posible el arrepentimiento, lo que hoy es la resinserción o como dice el Papa Francisco, la redención absoluta. Llegó a decir que había que luchar contra el mal sin perder la humanidad”, ha explicado el presbítero.
Sobre esta reflexión de San Agustín ahondaron en el siglo XX los papas, ya en un contexto legislativo e histórico diferente. En este sentido, el profesor de Teología ha hecho hincapié en Juan Pablo II y sus afirmaciones sobre la pena de muerte: “Decía que era inadecuada en el ámbito moral ya que en el momento actual no es necesario aplicarla porque las sociedades modernas tienen otras herramientas sin matar por matar”.
Luego, Benedicto XVI y Francisco apuntaron que la pena de muerte en el mundo de hoy “es inadmisible”, motivo por el que en 2018 se cambió “el número propio que permitía la posibilidad de la pena de muerte en el catecismo en casos gravísimos”, ha precisado.
La cadena perpetua, una pena de muerte en vida
Sobre la cadena perpectua, Pardo Manrique vuelve a recurrir a Francisco y a su encíclia 'Fratelli tutti', en la que llega a exponer que “la cadena perpetua, en cierta medida, cierra la posibilidad de una reinserción y redención absoluta, pues es una pena de muerte en vida y no estaría en la línea de la Doctrina actual de la Iglesia”, ha sostenio el profesor de Teología en 'Ecclesia al día' .