La historia de Elena: “Tuve que denunciarle por las agresiones físicas y verbales”

Cáritas Toledo acompaña a las víctimas de la violencia machista a través del programa 'Rompe tu Silencio'. ECCLESIA ha hablado con una de ellas en una semana con varios asesinatos

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la historia de una víctima de violencia de género a la que Cáritas Toledo cambió la vida

José Melero Campos

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Elena es una de las 37 mujeres que forman parte de 'Rompe tu Silencio', un proyecto de Cáritas Toledo nacido en 2018 para ofrecer acompañamiento integral a las mujeres que han sufrido la violencia de género, así como a sus hijos e hijas.

Hace unos años, Elena se marchó de su vivienda junto a sus hijos menores para huir de las agresiones de su pareja, tal y como ha relatado en ECCLESIA: “Tuve que denunciarle por las agresiones físicas y verbales”.

No obstante, fue más tarde, tras una grave discusión con su madre, el motivo por el que acabó siendo derivada a una de las viviendas de las que dispone Cáritas en su proyecto 'Rompe tu Silencio': “Yo ya estaba en otro programa de Cáritas, pero tras este problema intrafamiliar una voluntaria contactó conmigo de urgencias. Sin ellas, hubiera perdido a mis niños”, asegura Elena.

Agredida, con sentimiento de culpa y con temor de perder a sus hijos. Así se incorporó Elena al programa de la entidad de la Iglesia. Completamente destrozada y sin saber qué sería de ella en el futuro: “Ni sabía donde me llevarían porque todo ocurrió de un día para otro. Estaba rota”.

Poco a poco, se incorporó a los programas de ayuda de los que dispone Cáritas para acompañar a estas víctimas de la violencia de género, que son de carácter carácter educativo, social, laboral, psicológico y espiritual: “Promovemos la estabilización de relaciones, la toma de decisiones, la desactivación de conflictos y la mejora de la calidad de vida afectada por la relación violenta”, explica también en ECCLESIA la responsable de 'Rompe tu Silencio', Cristina Díaz-Rincón.

Cáritas y Dios: dos elementos que cambiaron la vida de Elena

Tres años después, Elena confiesa que Cáritas le ha cambiado la vida tanto a ella como a sus hijos. Actualmente, se encuentra en un curso de formación que en un futuro próximo podría proporcionarle un empleo: “Yo no tenía trabajo y ahora podría tener bastantes salidas laborales”, cuenta optimista.

Un horizonte más esperanzador se abre para Elena y sus hijos, tras años de sufrimiento: “Mis hijos siempre fueron conscientes de lo que estaba ocurriendo. Sentían un pánico atroz a que les dejara solos. Mi hija por ejemplo llegó a Cáritas fatal, sin poder controlar sus cambios de humor. Le ayudaron mucho con terapia, porque no era capaz ni de estar con otros niños de su edad. Pero gracias a los programas de Cáritas el cambio ha sido total”.

Pero además de la labor de la ONG, nuestra protagonista afirma convencida de que Dios ha estado muy presente en su proceso. Se define como creyente, pero espiritualmente ha crecido mucho en estos años: “Me he encontrado con Dios. Yo no era muy creyente, sabía que había algo pero poco a poco he estado en los retiros y me encontré con Dios. Tienes que sentirlo para verlo”.

La mayor parte de las mujeres que se incorporan a 'Rompe tu Silencio' son de origen extranjero, especialmente sudamericanas. La mayoría llaman a las puertas de Cáritas con sus hijos: “No es fácil explicarles que sus hogares están desestructurados”, explica Díaz-Rincón.

Elena ha tenido oportunidad de conocer en este tiempo la historia de muchas mujeres que han vivido su misma situación, e incluso peor. Entre ellas hacen piñas, haciendo “amistades tremendas”. “Cuando crees que tu vida va mal, aquí puedes convivir con mujeres que están aún peor”.

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"Los agresores nunca cambian, yo pensaba que era culpa mía"

En las últimas semanas, hemos conocido varios casos de mujeres asesinadas a manos de sus parejas. Noticias que al conocerlas, nos estremecemos como sociedad. En casos de mujeres como Elena, que ha sufrido en primera persona las agresiones, es cuando son conscientes de la suerte que tienen de poder contarlo. Y todo porque pidió ayuda a tiempo.

“Te sientes fatal porque ves que son mujeres que perdonan o acaban volviendo con su agresor como hice yo, porque piensan que van a cambiar, pero nunca lo hacen. Te da pena porque muchas de ellas son jóvenes y se destrozan el alma”.

Desde la experiencia, Elena pide a todas las que estén viviendo esta situación, que alcen la voz para pedir auxilio: “El agresor no va a cambiar. Nunca lo hacen por mucho que lo digan- Quien te quiere no te pega ni te insulta, sino que te cuida. A mi me daba vergüenza que mi familia se enterase. Pensaba que era culpa mía, que me lo merezco y por eso me pegaba. Con el tiempo te das cuenta de que no, no te mereces que te pase eso”.

La educación y la prevención son dos factores en los que cada vez de hace más hincapié para erradicar para siempre esta lacra social pero, mientras tanto, seguirán siendo necesarios muchos 'Rompe tu Silencio' en España: “Hay que enseñar a las niñas desde pequeñas que si alguien te quiere, no te obligada nada. Hay que educarlas en igualdad”, opina Elena.