Jordi Mollá, sacerdote en Ibiza: ''Los trabajadores que vienen a la temporada tienen dificultades''
Jordi Mollá es sacerdote en ibiza desde hace 26 años y explica su experiencia pastoral con los turistas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Las iglesias parroquiales trabajan día a día en la acogida. Estamos acostumbrados a relacionar este concepto con Cáritas y los migrantes, pero el trabajo no termina ahí. Existe una labor pastoral con los turistas en verano. Los sabe bien Josep Mollá. Es sacerdote y párroco de la parroquia de Santa Eulalia en Ibiza. En verano, asegura que el número de fieles que van a las misas dominicales aumenta entre un 20% y 40%.
Entre sus fieles estivales hay muchos italianos, ingleses, belgas, alemanes, gente de toda Europa. También españoles de la península. Sin embargo, el resto del año también hay fieles de estas nacionalidades.
''Es verdad que se ha aumentado mucho el turismo''. Jordi llegó en 1997 a la isla. Entonces, había censados 95.000 personas. Hoy, en 2024, superan los 180.000. Pero en verano la cifra de personas en Ibiza aumenta considerablemente. ''Muchos de los que vienen a España repiten. Muchos se quedan a vivir aquí por lo bien que se sienten'', comenta en la mesa de tertulia Marta Isabel González.
El caso de una familia que puede pagar un alquiler, pero no encuentra vivienda
Según el padre Mollá, la masificación ha supuesto una gran elevación de precios en alquileres y restaurantes. ''Me gustaría destacar la dificultad que tienen los trabajadores que vienen a hacer la temporada para conseguir vivienda'', insiste.
Cuenta que desde Cáritas dan lotes de alimentos cada 15 días a familias que apenas pueden pagar el alquiler, también tarjetas para conseguir descuentos en la compra de un supermercado con el que tienen convenio. El padre conoce familias que ''pudiendo pagar el alquiler, tienen dificultad para encontrar vivienda''. Pone el ejemplo de una familia con tres hijos que ''no hay manera de encontarles una vivienda. Terminaron el contrato, tuvieron que irse, no encuentran vivienda y pueden pagarlo''.
Los veicnos dicen que hace falta vivienda en Ibiza, pero la que se construye tiene los precios desorbitados. Jordi Mollá asegura que ''el precio medio de un apartamento de dos habitaciones ronda el medio millón de euros''.
Acogida pastoral a los turistas
La acogida pasa por los servicios turísticos, pero también por atender a los fieles creyentes, por ofrecerles la misa. Antes de la pandemia ''Teníamos por costumbre, a la entrada de las iglesias en la diócesis de Ibiza, dar las oraciones y lecturas de cada misa en diferentes lenguas'', comenta el padre Mollá. Cuando llegó el confinamiento, hicieron un código QR para generalizar el acceso. Algunos de los turistas incluso han pedido ir a las misas para casarse y que sus hijos reciban el bautismo o la primera comunión.
Nos pone el ejemplio e la capilla en la misa de Cayalonga: celebran la misa a las 19:00. Hay otras capillas semejantes en otras zonas, como en san Carlos, también en el resto de Ibiza y Formentera. A todas se acercan los turistas para la Eucaristía.