El testimonio antes que la palabra y mayor presencia entre los jóvenes, los dos desafíos del catequista de hoy
El responsable de Catequesis de la CEE, Francisco Romero, ha analizado el III Congreso Internacional de Catequistas celebrado este fin de semana en Roma
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Un total de 84 países han participado en el III Congreso Internacional de Catequistas celebrado en el Vaticano con el fin de analizar los retos de los catequistas a la hora de transmitir la fe, sobre todo a las nuevas generaciones.
“Ha sido un congreso realmente importante para la vida de la Iglesia Universal, especialmente a lo referente de cómo podemos educar a las nuevas generaciones cristianas en el ámbito de la vida en Cristo”, ha precisado en ECCLESIA el director de la Comisión para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado de la Conferencia Episcopal Española, Francisco Romero.
“Hemos tratado de descubrir luces, reflexionar juntos para ver qué hay que hacer y cómo hacerlo”, ha apuntado Romero, quien asegura que el camino para impartir catequesis en el mundo de hoy es a través del testimonio: “El testimonio es más importante que la palabra, que va después. Ser realmente testigos que posibiliten, a través de ese testimonio, el camino por donde debe ir la vida cristiana, transmitir cuáles son esos valores cristianos que aparecen en el Evangelio”, ha subrayado.
En este sentido, el responsable de Catequesis del episcopado, ha manifestado la inquietud que ha reinado en el congreso vaticano sobre la necesidad “de renovar la catequesis en España y el mundo entero”, ya que a su juicio uno de los problemas de la Iglesia actual es “hacer nuevos cristianos a través de la catequesis”.
Sobre este asunto, opina que el congreso celebrado durante el fin de semana abre nuevas perspectivas de reflexión que llaman a la esperanza.. No obstante, Francisco Romero recuerda en ECCLESIA que una de las mayores dificultades está en atraer a los jóvenes.
“La contribución del catequista es el compartir la vida con ellos. Es tratar de interesarnos por ellos, compartir lo que ellos viven y hacen. Buscar los espacios donde están presentes. No siempre es fácil, pero cuando el catequista se acerca, comparte la vida y tiene como algo especial el amor hacia esa persona a la que quieres transmitirle la fe, la persona cambia y se vuelve más dócil para transmitirle esa fe. Por tanto es la presencia, el estar con ellos y luego tratar de conectar el mensaje cristiano con su propia vida, que le sea significativo”, ha explicado.
Asimismo, ha comentado que para fomentar las capacidades comunicativas de los catequistas a la hora de evangelizar, Romero ha precisado que en las diócesis y parroquias existen proyectos de formación, a lo que se sumará el que impulsará próximamente la Conferencia Episcopal Española: “Será un curso online de formación por el nuevo directorio de catequesis, en la que orientamos hacia donde deben encaminarse en el mundo de hoy”, ha informado.