Vive en TRECE desde la basílica del Pilar de Zaragoza la Santa Misa con motivo de su festividad

La Santa Misa está presidida por el Nuncio, Bernardito Auza

TRECE vive con Zaragoza la festividad del Pilar con la retransmisión de la Misa en la basílica a las 11.55h

Redacción Religión

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Como cada año Zaragoza se viste de gala en este mes de octubre, en la que vuelven las jotas, la ofrenda de frutos, las misas y la ofrenda floral con motivo de la festividad de la Virgen del Pilar para confeccionar su manto de flores. Y como viene siendo habitual, TRECE se desplaza hasta la capital maña para celebrar la fiesta de su patrona y compartir con los zaragozanos su día grande, en el que la Virgen luce su manto.

La cadena emite en directo y para todos los españoles a partir de las 11.55h la Santa Misa del Día del Pilar, que se celebra en el Altar Mayor de la catedral basílica, que preside el Nuncio Apostólico, Bernardito Auza, y concelebra el arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano; los arzobispos eméritos Manuel Ureña Pastor y Vicente Jiménez Zamora, así como otros obispos eméritos residentes en la diócesis, los miembros del Cabildo Metropolitano y otros sacerdotes procedentes de toda la Hispanidad.

Antes de su emisión, Álvaro de Juana, presentador de ‘ECCLESIA AL DÍA’ (de lunes a viernes a las 12.05h) y de “ECCLESIA” (domingos a las 13.00h), ha conectado para entrevistar desde la capital aragonesa al arzobispo de la ciudad.

La historia de la Virgen del Pilar

Tal y como se recoge en unos documentos del siglo XIII que se conservan en la catedral de Zaragoza, la historia de la Virgen del Pilar, se remonta a la época inmediatamente posterior a la Ascensión de Jesucristo. En el año 40 después de Cristo, los Apóstoles habían empezado a cumplir la misión de predicar el Evangelio.

Los documentos dicen textualmente que Santiago, "pasando por Asturias, llegó con sus nuevos discípulos a través de Galicia y de Castilla, hasta Aragón, el territorio que se llamaba Celtiberia, donde está situada la ciudad de Zaragoza, en las riberas del Ebro". El Apóstol fue viendo que aquella civilización era increíblemente dura. Era muy difícil hacer llegar a esas gentes las palabras del Evangelio, por lo que, Santiago comienza a desanimarse al ver que su esfuerzo no da frutos.

Pero en la noche del 2 de enero del año 40 AD, Santiago, que se encontraba descansando con sus discípulos junto al río Ebro, de repente "oyó voces de ángeles que cantaban Ave, María, gratia plena y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol". La Santísima Virgen, le pidió al Apóstol que se le construyese allí una iglesia, con el altar en torno al pilar donde estaba de pie y prometió que "permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio".

Desapareció la Virgen y quedó ahí el pilar. El Apóstol Santiago y los ocho testigos, comenzaron a edificar una iglesia en aquel sitio. Pero antes que estuviese terminada, Santiago ordenó presbítero a uno de sus discípulos para servicio de la misma, la consagró y le dio el título de Santa María del Pilar, antes de regresar a Judea.

Años más tarde, el Papa Clemente XII es consciente de esta devoción e instaura el 12 de octubre, día de la Virgen del Pilar. El 12 de octubre de 1492 Cristóbal Colón pone el primer pie en América y así queda patente que hay mundo más allá de Hispania. Por este motivo Nuestra Señora, la Virgen del Pilar es Patrona de la hispanidad porque se puso bajo su manto la evangelización de las nuevas tierras. La devoción del pueblo por la Virgen del Pilar es tan profunda entre los españoles y desde épocas tan remotas, que la Santa Sede permitió el establecimiento del Oficio del Pilar en el que se consigna la aparición de la Virgen del Pilar como "una antigua y piadosa creencia".