El valioso obsequio que hizo Pérez Rubalcaba a Benedicto XVI durante la visita del Santo Padre a Santiago

El Papa Benedicto XVI realizó tres viajes oficiales a España. El último tuvo lugar en el año 2011, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Madrid. Anteriormente, en 2006, visitó Valencia para presidir el V Encuentro Mundial de las Familias y, en noviembre de 2010, a Santiago de Compostela y Barcelona.

Este último viaje tuvo lugar los días 6 y 7 de noviembre, con motivo de la celebración del Año Santo Compostelano. Para la historia queda la imagen del Santo Padre accediendo como peregrino por la Puerta Santa de la Catedral de Santiago, donde rezó ante la tumba del apóstol y abrazó su imagen.

Por su parte Barcelona fue la segunda etapa del viaje pontificio, donde consagró el templo de la Sagrada Familia, rezó el ángelus en el atrio de la fachada del templo llamada del Nacimiento y, como último acto de su viaje, visitó el Instituto Niño de Dios, que asiste a niños y jóvenes discapacitados.

El encuentro de Benedicto XVI con Rubalcaba

A su llegada a España, fue recibido por el aquel entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba junto a los Príncipes de Asturias (hoy Reyes de España, Don Felipe VI y Doña Letizia). El encuentro que mantuvo Rubalcaba y Benedicto XVI fueron satisfactorias. De hecho, el propio ministro remarcó que la visita reafirmó las “ buenas relaciones” entre España y la Santa Sede. Los efectos de la crisis económica iniciada en 2008 y los daños sociales que estaba produciendo entre las capas sociales más desfavorecidas, fue el asunto central en el corto encuentro mantenido entre ambos tras el recibimiento en el aeropuerto gallego, que se prolongó por un periodo de unos cinco minutos.

Además, Rubalcaba manifestó la colaboración del Gobierno de Rodríguez Zapatero en la organización de la JMJ que, como hemos comentado, tuvo lugar en Madrid en verano de 2011.

El intercambio de regalos entre Rubalcaba y Benedicto XVI

Un encuentro donde también hubo tiempo para el intercambio de regalos entre el ministro del Interior y Benedicto XVI. Pérez Rubalcaba obsequió al Sumo Pontífice con la reproducción de uno de los códices más importantes que custodia la Biblioteca Nacional, el conocido como 'Libro de horas de Carlos V'.

El códice fue posiblemente regalado a Carlos V cuando era joven y perteneció a la Casa de Austria hasta que Felipe III lo donó al cardenal Francisco de Joyeuse. Contiene historias bíblicas y un gran número de ilustraciones de alto valor pictórico en 320 de sus 336 páginas, entre ellas más de 700 miniaturas historiadas, muchas de ellas terminadas con pan de oro.

Por su parte, Benedicto XVI entregó a Rubalcaba una medalla de su Pontificado que contenía una efigie del Santo Padre en una de las caras y las imágenes de la catedral de Santiago y del templo de la Sagrada Familia en la otra.