La diócesis de Vitoria apuesta por restablecer el diálogo con las Clarisas de Belorado y Orduña
Carlos García Llata secunda el comunicado de la CEE, afirmando que hay que tener la mano tendida y restablecer el diálogo con las Hermanas: "Para mi fue una sorpresa enorme"
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
La Conferencia Episcopal Española lamenta “profundamente la declaración de ruptura de la comunión con la Iglesia Católica” que viene incluida en la carta y el “manifiesto” firmado por la que la abadesa del Monasterio de Belorado. Además, la CEE señala que “el tono ofensivo y recriminatorio no son propios del modo habitual de comunicarse de estas hermanas”, algo que “parece fruto de engaños”, sostienen.
Los obispos españoles se han pronunciado sobre los acontecimientos que desde el 13 de mayo se vienen sucediendo en el Monasterio de Hermanas Pobres de Santa Clara en las dos sedes de Belorado y Orduña. En un comunicado muestran su “respaldo” al arzobispado de Burgos y al obispado de Vitoria en el que reafirman “la adhesión de la Iglesia que peregrina en España al Papa Francisco, con la mano tendida a estas hermanas”.
El Vicario General de la diócesis de Vitoria, Carlos García Llata, ha explicado en 'Ecclesia al día' que esta decisión le ha cogido de sorpresa, si bien reconoce que era consciente de que la situación se había tensado en los últimos tiempos.
“Nos ha sorpendido, la noticia nos llegó en un comunicado que recibimos muchas personas el domingo por la noche y sospechábamos que algo se estaba cociendo, pero no intuíamos el alcance de la decisión. Al leer el conmunicado para mi fue una sorpresa enorme y me provocó dolor porque yo estaba muy vinculado a ellas, en el nacimiento del monasterio de Orduña, las he acompañado y apoyado”, ha aseverado.
El Vicario General de Vitoria asegura que el origen del conflicto es económico
Cuestionado por el origen del conflicto, además de la renuncia a la legitimidad del Papa y la posibilidad de que haya un tema inmobiliario, como es la compraventa del monasterio de Orduña, Carlos García reconoce que las Hermanas Clarisas atravesaban por dificultades económicas que ponían en riesgo la sostenibilidad del templo y mantener el patrimonio, máxime después de que no cuajara la venta del monasterio de Derio, en Bilbao.
“El monasterio de Orduña estaba abandonado desde hace más veinte años y requería mucha inversión. Ellas confiaban en la venta del monasterio de Derio de donde provenían, y al no poder ser consumada porque no era momento propicio por crisis económica, hubo intentos de venta pero no han fraguado satisfactoriamente, y tienen graves problemas”, ha precisado el Vicario General de la diócesis de Vitoria.
Carlos García ha agregado que tras no salir adelante la compraventa, las Clarisas pidieron ayuda a la diócesis de Vitoria respecto a Orduña: “Hicieron una obra de consolidación del tejado de Orduña que deben esar aún pagando con un crédito. Por tanto la razón puede ser económica”, ha subrayado.
"Hay que tener la mano tendida y restablecer el diálogo con las hermanas"
Sobre la pertenencia o no de las Hermanas de Belorado a las Clarisas tras anunciar la ruptura con la Iglesia Católica, el Vicario General señala que se sienten de la congregación: “Hay que tener la mano tendida y creo que por ahora siguen siendo Clarisas. El comunicado de la CEE apuesta por la mano tendida y es mi posición también. Son personas creyentes con las dificultades que pueden tener las personas consagradas como civiles, están identificadas por mi experiencia con ellas con la Igleisa, son gente ilusionada por el Evangelio y yo sigo confiando en ellas y tenemos que apostar por una solución satisfactoria”, ha concretado.
Para llegar a buen puerto, Carlos García aboga por restablecer el diálogo con ellas: “Me comunicaron antes de Semana Santa que se sentían un poco aisladas, acosadas, que tenían la sensación de que se estaba perdiendo la confianza en ellas y yo les decía que no, es más me ofrecí para una intermediación. Se ha radicalizado esa sensación y la han llevado hasta el extremo. Hay que cumplir ciertos trámites entre las propias Clarisas porque pertenecían a la federación.