El acompañamiento de las Hermanas Oblatas a las víctimas de la explotación sexual: "Les ofrecemos alternativas"

Las mujeres migrantes en situación administrativa irregular con realidades muy vulnerables son las principales víctimas de la trata a las que atienden las Hermanas Oblatas. Así lo recoge el informe anual de Prostitución y Trata presentado por la congregación, y que revela que en el año 2023 ayudaron a un total de 7.970 mujeres a través de los diferentes proyectos que tiene la congregación en Europa.

Del total de mujeres atendidas, el 80% estaban en situación de prostitución; el 2,27% son víctimas de trata identificadas por las fuerzas de seguridad del Estado; el 9,81% son posibles víctimas y el 7,97% son víctimas de otras violencias o están en situación de exclusión social.

La responsable del Grupo de Trata en la Provincia Europa, Cristina Ramírez, ha explicado en 'Ecclesia al día' que se tratan de mujeres con dificultades para regularizar su situación en España y acceder a las ayudas que les permita abandonar estos contextos: “Cada vez son mujeres con más formación y demandan talleres y cursos formativos para acceder al mercado laboral”.

Ramírez ha precisado que, buena parte de las víctimas a las que atienden las Oblatas son madres con hijos en sus países de origen, o que incluso están en España.

El acompañamiento de las Hermanas Oblatas a las víctimas de la prostitución o de la explotación sexual va desde el momento de la detección hasta su integración real en la sociedad y en el mercado laboral.

“Nos acercamos a lugares de ejercicio de prostitución, tenemos recursos residenciales donde las acogemos y el centro de atención integral donde hacemos un trabajo integral de restitución del daño, del impacto que tiene estas realidades de violencia, y también de formación y cursos formativos que les permita acceder al mercado laboral”, ha comentado Cristina Ramírez.

El maltrato al que son sometidas las víctimas de la trata

La responsable del Grupo de Trata en la Provincia Europa ha lamentado que los procesos son cada vez más complejos, ya que el estudio revela un incremento de violencia, lo que está repercutiendo en la salud física y mental de las víctimas.

“Cada vez experimentan mayor tipo de violencia, principalmente cuando ejercen en la calle o en los pisos. Una violencia perpetrada por proxenetas, demandantes de prostitución, los que consumen pornografía... donde aparece normalizada la violación con lo que supone violencia en prácticas sexuales por parte de quienes demandan prostitución”, ha continuado exponiendo Cristina Ramírez.

Cuestionada por cómo llegan las mujeres a las Oblatas, Ramírez explica que “vienen como si estuvieran encogidas mirando hacia abajo pero, respetando sus tiempos, poco a poco, con mucha ternura y mirándola a los ojos como personas, se va restituyendo el daño. Una parte importante es ofrecerles alternativas a esa realidad”.

En este sentido, la responsable del Grupo de Trata en la Provincia Europa denuncia el déficit de medidas de apoyo a estas mujeres vulnerables: “Esto les hace difícil salir de este contexto, pero aún así muchas realidades de mujer consiguen salir y tener una nueva oportunidad”.