'Proyecto Arraigo', una iniciativa que emplea a personas migrantes en el medio rural: “No es el dinero lo que arraiga, sino la familia"
Se estima que para cubrir los puestos de trabajo necesarios en España, se necesitan unas 900.000 personas, muchos de ellos en sectores tan importantes como la Sanidad, el mundo rural o la construcción
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Dos de cada diez personas que viven en España son extranjeras, lo que supone un gran crecimiento respecto al año 2000, cuando tan solo el 1% de la población procedía del extranjero. El 78% de los migrantes que llegan a nuestro país tienen un puesto de trabajo, una de las tasas más elevadas de la Unión Europea.
Un proceso de integración a lo largo de un cuarto de siglo que se ha realizado sin grandes dificultades. No obstante, la inmigración se ha convertido en un motivo de bronca política, pese a que la acogida a estas personas, más allá de una obligación humanitaria, trae consigo beneficios económicos.
Y es que se estima que para cubrir los puestos de trabajo necesarios en España, se necesitan unas 900.000 personas, muchos de ellos en sectores tan importantes como la Sanidad, el mundo rural o la construcción. Una cifra que se eleva a los 25 millones de aquí al año 2053, según las estimaciones del Banco de España, como condición necesaria para que el sistema de bienestar se sostenga, máxime en un contexto de invierno demográfico.
Una realidad que contrasta con el último informe del CIS, que refleja que la inmigración ha escalado hasta el primer puesto en la preocupación de los españoles.
La lengua común con los países de Sudamérica hace que España se convierta en un lugar de destino apetecible para los que llegan, mientras que los que proceden de África, vienen en parte por la red de conocidos de aquellos que anteriormente migraron a nuestro territorio.
'proyecto arraigo': un puente entre el mundo rural y las personas que viven en entornos urbanos
En este punto, uno de los retos con los migrantes que llegan es acogerlos, integrarlos y que pasen a formar parte de nuestro tejido productivo. De ahí la importancia de iniciativas como el 'Proyecto Arraigo', que acompaña y asesora a personas que quieren cambiar de destino, especialmente instalarse en el medio rural. Buena parte de estas personas son migrantes.
Su presidente, Enrique Martínez Pomar, ha explicado que el plan de de 'Arraigo' se basa en la metodología que abarca desde conocer el perfil de las familias que se encuentran en su país de origen, hasta contactar con las administraciones locales y empresas que necesitan trabajadores.
“Por daros un dato, en Castilla-La Mancha y Castilla y León, todos los días pierden entre quince y veinte empleos por falta de relevo generacional. Hay que hacer metodología para que estas personas, aunque estén a 50 kilómetros del medio rural, se les acompañe. Para eso hay que conocer a las personas que vienen en origen y conociendo el destino, dónde van a ir, a qué pueblo”, ha explicado en 'Ecclesia al día'.
Para ello, sostiene Martínez Pomar, los ayuntamientos, diputaciones o empresas deben colaborar desde la premisa de que el trabajo no arraiga, pero sí el hecho de tener familia: “Se tiene que trabajar el tema de la infancia, buscar el colegio, introducirles poco a poco en el pueblo...”
El método de trabajo del 'Proyecto Arraigo' está dando sus frutos, especialmente en Sudamérica, donde colabora con países como Perú, Chile o Cuba: “Tenemos sesenta familias cubanas con descendientes españoles, otra línea laboral en Perú con el que hemos traído albañiles, cocineros, camareros o peones agrícolas. Hay que elegir el destino, saber lo que quieren y traerles de la mano”, ha puntualizado el presidente del proyecto.
“No es el dinero el que arraiga, sino la familia"
El proceso de aquellas familias interesadas en acogerse al 'Proyecto Arraigo' es el siguiente: “Se inscriben en la web, entramos en contacto con ellos para que nos cuenten su demanda de empleo, nosotros ya conocemos las necesidades de los ayuntamientos y empresas. Tenemos técnicos repartidos por toda España y los ponen en contacto entre las familias y la empresa”, ha explicado Martínez Pomar.
A su vez, considera que es clave elegir bien el perfil de la familia a la hora de asignarle un lugar y puesto de trabajo: “Si no le gusta el ambiente rural, no podemos traer a personas a trabajar al campo porque no tiene otra cosa, termina por fallar. De forma tranquila tenemos que preguntarles qué quieren hacer, si tienen familia... O están relacionados con el empleo que van a hacer o no son necesarios porque cuando o llegan aquí pueden tener otros objetivos”.
Familias de entre 35 y 45 años y con hijos es el perfil que más buscan en 'Proyecto Arraigo' porque es un factor de arraigo: “Con este perfil se acierta el 95% de los casos, si viene un chico o chica sola, no llega al 40%”, ha precisado.
Finalmente, el presidente de 'Proyecto Arraigo' ha advertido que las empresas que no se adapten a esta nueva realidad acabarán por perecer ante la falta de relevo: “No es el dinero el que arraiga, sino las medidas sociales. Para nosotros la inmigración es una oportunidad y hay que poner metodología en el terreno para enfrentar lo verdadero de lo que traen personas que vienen en cayucos o aviones, lo que traen de bueno, porque somos humanistas, el 97% de personas con las que tratamos son buenas”, ha puntualizado.