Francisco, con los jóvenes de Scholas: "A veces hay que ensuciarse las manos para no ensuciar el corazón"

El Papa ha dado la última pincelada en un largo mural llamado "Vida entre mundos" en el que han intervenido 100 organizaciones de la comunidad de Cascais de Scholas

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Santiago Tedeschi Prades

Publicado el - Actualizado

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Tras el encuentro con los jóvenes universitarios, el Santo Padre se ha reunido con los jóvenes de Scholas Occurrentes en la sede de Cascais.

Su presidente, José Maria del Corral, dio la bienvenida a Francisco agradeciéndole su trabajo con los jóvenes: “Sabemos que una educación que no genera sentido, genera violencia, guerra y exclusión. Esta sede de Scholas es testimonio viviente del pacto educativo que promueves en todo el mundo, ya que aquí en Portugal y en Cascais el gobierno, junto a las empresas, a los referentes religiosos y a las organizaciones sociales, trabajan mancomunadamente en la respuesta a las problemáticas”.

Después, tres jóvenes, Paulo, Mariana y Aladje, pertenecientes a diferentes religiones, han presentado al Papa un paño artístico de 3 kilómetros que el Papa Francisco ha firmado.

El discurso improvisado del Santo Padre

El Santo Padre ha saludado a los jóvenes subrayando el trabajo de Scholas: “Aquí cada uno se siente interpretado por un gran respeto dinámico que pone en marcha hacer grandes cosas y para expresarse como cada uno es

“Scholas te pone en marcha, te hace respetar y escuchar al otro que tiene cosas que decirte […] Scholas te muestra el camino hacia adelante […] es un encuentro caminando, todos, del país que seas, de la religión que seas […] se trata de caminar adelante y juntos”, ha dicho Francisco.

El Papa ha reflexionado sobre la palabra “crisis”: “Hay que asumirlas y resolverlas y raramente esto se puede hacer solos y por eso este grupo de Scholas es muy importante”. “En nuestras vidas hay momentos de crisis que son caóticos y no sabemos donde vamos a acabar [...] todos pasamos esos momentos oscuros y allí el objetivo, con el trabajo personal y de las personas que nos acompañan, es transformarlo hacia un “cosmos””.

Al final, tras el rezo del Padre Nuestro y la Bendición final, el Santo Padre, junto con los líderes religiosos presentes, antes de abandonar los locales de Scholas Occurrentes, asistió a la plantación del olivo de la paz por los jóvenes.

A continuación regresa en coche a la Nunciatura Apostólica de Lisboa, donde comerá, descansará y se preparará para vivir esta tarde la “Ceremonia de acogida” en el Parque Eduardo VII.