El Papa Francisco pide a los jóvenes universitarios "buscar" y "arriesgar": "Sean emprendedores de sueños"
Segundo día del Santo Padre en Lisboa que comienza en la Universidad Católica con un encuentro con los jóvenes: "No debemos tener miedo de sentirnos inquietos"
Publicado el - Actualizado
4 min lectura
Si este pasado miércoles el Papa dedicó su día a los tradicionales encuentros con las Autoridades y con la vida religiosa, Francisco ha empezado este jueves, 3 de agosto, encontrándose con los jóvenes. El día será interamente dedicado a ellos.
Tras celebrar la Santa Misa en privado en la Nunciatura Apostólica y haberse encontrado con algunos jóvenes de Ucrania, el Papa se ha trasladado en coche a la 'Universidade Católica Portuguesa' de Lisboa. Tras el saludo de Isabel Capeloa Gil, rectora de la universidad, y tras escuchar a varios testimonios, Francisco ha pronunciado su tercer discursos en tierras lusas.
En primer lugar, el Papa ha reflexionado sobre la palabra “peregrinos”, utilizada por la rectora durante su discurso: “Literalmente significa dejar de lado la rutina cotidiana y ponernos en camino con un propósito, moviéndonos “a través de los campos” o “más allá de los confines”, es decir fuera de la propia zona de confort, hacia un horizonte de sentido”.
Es un término que un joven universitario conoce bien porque “así nace la ciencia” y la “búsqueda espiritual”: “Desconfiemos de las fórmulas prefabricadas, de las respuestas que parecen estar al alcance de la mano, sacadas de la manga como cartas de juego trucadas; desconfiemos de esas propuestas que parece que lo dan todo sin pedir nada”. “No debemos tener miedo de sentirnos inquietos, de pensar que lo que hecho no basta. Estar insatisfechos […] es un buen antídoto contra la presunción de autosuficiencia y el narcisismo. El carácter incompleto define nuestra condición de buscadores y peregrinos”, ha subrayado el Papa.
El Obispo de Roma ha pedido a los jóvenes universitarios no alarmarse si se encuentran inquietos o incompletos: “¡No estamos enfermos, sino vivos! […] preocupémonos más bien cuando estamos dispuestos a sustituir el camino a recorrer por el detenernos en cualquier oasis […] cuando sustituimos los rostros por las pantallas, lo real por lo virtual; cuando, en lugar de las preguntas que desgarran, preferimos las respuestas fáciles que anestesian”.
“Busquen y arriesguen”, les ha dicho el Papa a los jóvenes porque en este momento históricos “los desafíos son enormes y los quejidos dolorosos”. Asimismo, y continuando su discurso, les ha pedido ser “protagonistas de una “nueva coreografía” que coloque en el centro a la persona humana, sean coreógrafos de la danza de la vida”.
“Tengan, por tanto, la valentía de sustituir los miedos por los sueños; ¡no sean administradores de miedos, sino emprendedores de sueños!”, ha afirmado Francisco. El Papa ha dejado también algunas preguntas para los jóvenes estudiantes: “¿Qué quisieran ver realizado en Portugal y en el mundo? ¿Qué cambios, qué transformaciones? ¿Y de qué manera la universidad, sobre todo la católica, puede contribuir a ello?”.
Volviendo su mirada a los cuatro testimonios que acababa de escuchar, Francisco ha subrayado su “tono de esperanza, una carga de entusiasmo realista, no había en ellos quejas ni tampoco ilusorias fugas hacia adelante”.
Otro de los temas principales de su discurso a los jóvenes universitarios ha sido el cuidado de la casa común: “No nos podemos conformar con simples medidas paliativas o con compromisos tímidos y ambiguos”. Francisco ha lamentado que “en nombre del progreso, se ha abierto el camino a una gran regresión” y ha pedido a los jóvenes ser “la generación que puede vencer este desafío” porque “tienen los instrumentos científicos y tecnológicos más avanzados, pero, por favor, no caigan en la trampa de visiones parciales”.
Francisco ha sido muy claro ante los jóvenes: “No olviden que necesitamos de una ecología integral; necesitamos escuchar el sufrimiento del planeta junto al de los pobres; necesitamos poner el drama de la desertificación en paralelo al de los refugiados, el tema de las migraciones junto al del descenso de la natalidad; necesitamos ocuparnos de la dimensión material de la vida dentro de una dimensión espiritual. No crear polarizaciones sino visiones de conjunto”.
“El cristianismo no puede plantearse como una fortaleza rodeada de muros, que alza sus bastiones frente al mundo”, ha subrayado Francisco durante su discurso.
Al final de su discurso, Francisco ha invitado a los jóvenes a “estudiar” el Pacto Educativo Global que tiene varios de los temas de este encuentro, desde el cuidado de la casa común hasta la plena participación de las mujeres, para llegar a la necesidad de encontrar nuevos modos de entender la economía, la política, el desarrollo y el progreso.
Para saludar a los jóvenes universitarios, el Papa ha utilizado una expresión que conocemos todos: “Una tradición medieval cuenta que cuando los peregrinos del Camino de Santiago se cruzaban, uno saludaba al otro exclamando: “Ultreia”, y el otro respondía: “et Suseia”. Son expresiones de aliento para continuar la búsqueda y el riesgo de caminar, diciéndose mutuamente: “¡Vamos, ánimo, sigue adelante!”. Esto es lo que les deseo también, con todo el corazón”.