Así son las propuestas que han formulado los obispos de México para combatir la violencia contra las mujeres
Ante los crímenes sucedidos en México la semana pasada, los obispos crean propuestas concretas para terminar con la violencia
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Los obispos de México han levantado la voz y han formulado propuestas concretas para afrontar la plaga de la violencia contra las mujeres que está asolando su país. “El grito de dolor de las víctimas de la violencia clama al cielo por justicia”, han dicho los obispos mexicanos ante la muerte violenta de Ingrid Escamilla, la pequeña Fátima, la bebé Karol y Mayte Viridiana. Todo el país se encuentra en estado de alarma ante una plaga que se ha saldado durante 2019 con la terrible cifra de 1.006 mujeres asesinadas.
En un comunicado hecho público ante el brutal asesinato de mujeres de diferentes edades la semana pasada, los obispos afirman que les duele profundamente la violencia contra la mujer, que se acaba de manifestar en una forma tan cruel que genera desconcierto, dolor, amargura, tristeza, llanto, indignación y muchos deseos de venganza. Frente a esto los cristianos no pueden permanecer indiferentes, sino que tienen que comprometerse en todos los ámbitos de la sociedad para que se reconozca la dignidad de todas las mujeres, y se garantice su libertad e integridad en la sociedad mexicana.
Los propios obispos quieren dar pasos concretos para hacer frente a esta lacra. En primer lugar, proponen atender a las víctimas de la violencia en cada rincón de país, utilizando para ello la red de centros de escucha y centros de atención a personas adictas de las diócesis. También se ofrecen para ayudar a restablecer el tejido social, hoy tan dañado, reconstruyendo a las personas y reconstruyendo la integración dentro de la sociedad. Consideran como una urgencia nacional trabajar en una educación para la paz y advierten que en México existe una visión muy estrecha de la educación, y que es necesario que se impliquen las familias.
También muestran su voluntad de colaborar con la responsabilidad del Estado en procurar la justicia y, con sus políticas públicas. Todos los actores sociales, la familia, la escuela o los medios, tienen la responsabilidad de aportar soluciones para lo que consideran una verdadera crisis de humanidad que actualmente afecta a la sociedad mexicana.