Brasil: La Campaña de la Fraternidad busca erradicar la inseguridad alimentaria de 30 millones de personas

Este 22 de febrero, Miércoles de Ceniza, ha sido lanzada en Brasil una nueva Campaña de la Fraternidad. Su lema: “Fraternidad y hambre. ¡Dadles vosotros mismos de comer! (Mt 14,16)”. La tradicional iniciativa cuaresmal de la Iglesia brasileña fue presentada ayer por el secretario general de la Conferencia Nacional de Obispos (CNBB), Joel Portella Amado, y el secretario ejecutivo de Campañas, Jean Paul Hansen.

Como es tradicional también, el Papa Francisco ha hecho llegar un mensaje para esta importante convocatoria eclesial, con la que este año se busca aliviar la situación de inseguridad alimentaria que sufren en Brasil 30 millones de personas.

“(…) La Campaña de Fraternidad de este año nos propone volver la mirada hacia nuestros hermanos más necesitados, afectados por la lacra del hambre. Todavía hoy, millones de personas sufren y mueren de hambre. Por otra parte, toneladas de alimentos son desechados. Esto es un verdadero escándalo. El hambre es criminal, la alimentación es un derecho inalienable”, dice Francisco en su mensaje, citando el Discurso que pronunció al Encuentro Mundial de Movimientos Populares el 28 de octubre de 2014.

El Papa pide a los cristianos brasileños que compartan lo mucho o poco que posean con aquellos hermanos que ni siquiera tienen lo suficiente para alimentarse. Pero insta al mismo tiempo a la sociedad a tomar conciencia de que, más allá de acciones puntuales y urgentes, la lucha contra el hambre “debe ser una actitud constante de todos nosotros, comprometiéndonos con Cristo presente en todos los que padecen hambre”.

En este sentido, el Pontífice reclama que, además de en la Iglesia, este compromiso “tenga también eco en los órganos de gobierno a nivel federal, estadual y municipal”. Es decir, solicita políticas públicas a todos los niveles que ayuden a acabar con el problema. Solo así se podrá “erradicar definitivamente el flagelo del hambre de las tierras brasileñas”, señala.

Uno de cada tres niños no puede comer tres veces al día

La inseguridad alimentaria en Brasil se ha disparado en los últimos años, coincidiendo con la presidencia de Jair Bolsonaro. Actualmente se estima que uno de cada tres niños no pueden comer tres veces al día.

“Hay un regreso al hambre que no preveíamos. Brasil es un gran productor de alimentos, pero increíblemente estamos financiando su exportación (soja, carne, animales vivos…), y ello pese a que no logramos alimentar a nuestro pueblo”, denunciaba hace unas semanas en estas mismas páginas el misionero Comboniano Dário Bossi, que lleva 19 años en el país y ha sido una de las personas que ha puesto rostro este año a la Campaña de Manos Unidas de Lucha contra el Hambre.

“En el gobierno de Lula no había hambre, ahora sí la hay. Esa cifra de 30 millones de brasileños en situación de inseguridad alimentaria es, sin duda, la mayor que ha habido en los últimos años”, denunciaba.