El cardenal Brenes lamenta el cierre de las Misioneras de la Caridad en Nicaragua: "Cercanía y solidaridad"
Las Misioneras de la Caridad mantenían una guardería, un hogar para niñas víctimas de abusos o abandonadas y un asilo de ancianos
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El cardenal nicaragüense, Leopoldo Brenes, lamentó este lunes el cierre y disolución por parte de la Asamblea Nacional, de mayoría oficialista, de la Asociación Misioneras de la Caridad de la Orden Madre Teresa de Calcuta, que brindaba asistencia humanitaria.
"Lamentamos profundamente el dolor de tantos hermanos nuestros que ya no tendrán las atenciones que recibían de las hermanas", señaló el cardenal Brenes en una declaración pública. La disolución de las Misioneras de la Caridad, junto a otras 100 ONG, fue aprobada con carácter urgente y sin debate el miércoles pasado por los 75 diputados sandinistas y sus aliados. Otros 15 legisladores, de los 91 que integran el Parlamento, se abstuvieron, y uno se ausentó.
Brindaban asistencia "a los más pobres"
Las Misioneras de la Caridad, creada el 16 de agosto de 1988 durante el primer régimen sandinista (1979-1990) tras una visita a Nicaragua de la madre Teresa de Calcuta, mantenían una guardería, un hogar para niñas víctimas de abusos o abandonadas y un asilo de ancianos, que comenzaron a cerrar desde el pasado 15 de junio.
Brenes, también arzobispo de la arquidiócesis de Managua, destacó que "la fundación de las hermanas Misioneras de la Caridad de Santa Teresa de Calcuta" brindaban asistencia "a los más pobres de nuestra sociedad nicaragüense". Las religiosas de la Orden Madre Teresa de Calcuta administraban el Hogar Inmaculado Corazón de María en la ciudad de Granada, en el que albergaban a adolescentes abandonados o víctimas de abusos, a quienes les brindaban ayuda psicológica y educación integral.
"Cercanía, solidaridad y nuestras humildes oraciones"
Junto a las clases regulares, enseñaban música, teatro, costura, belleza y otros oficios para que se pudieran reinsertar en la vida. Asimismo, contaban con un asilo de ancianos en Managua, a quienes les proveían alimentación, vestimenta y otros cuidados. También desarrollaban un proyecto en el que brindaban reforzamiento escolar a estudiantes en situación de riesgo, en su mayoría hijos de mujeres trabajadoras de los mercados populares.
Además tenían una guardería en la que cuidaban a decenas de niños de familias de escasos recursos, cuyos padres - principalmente madres solteras y vendedoras en los mercados, ambulantes, o por cuenta propia -, no tienen para pagar por el cuidado de sus hijos.
Esas obras benéficas comenzaron a ser suspendidas gradualmente desde el pasado 15 de junio, cuando fueron notificados por las autoridades que los iban a cerrar. En su mensaje, el cardenal Brenes expresó su "gratitud por su invaluable servicio a nuestras iglesias locales". "Estimadas hermanas: cuenten con nuestra cercanía, solidaridad y nuestras humildes oraciones", agregó.