La comunidad cristiana de Nigeria, en vilo por el paradero de las cuatro monjas raptadas por los yihadistas

El terrorismo yihadista continúa sembrando el terror en Nigeria, donde confesiones religiosas como la cristiana sufren persecuciones, secuestros y asesinatos. El último caso ha tenido lugar este domingo en la ciudad de Okigwe (al sur del país), donde un total de cuatro monjas han sido secuestras por un grupo de hombres armados.

Las hermanas, que pertenecen a la congregación de Las Hermanas de Jesús El Salvador, se dirigían a la localidad vecina de Umulolo para asistir a un servicio religioso. La hermana Zita Ihedoro ha informado en un comunicado lo ocurrido.

“Queridos hermanos y hermanas de Cristo, con gran dolor les informamos sobre el secuestro de cuatro de nuestras hermanas, las religiosas Johannes Nwodo, Christabel Echemazu, Liberata Mbamalu y Benita Agu”, para quienes ha pedido “oraciones intensas” a fin de lograr una "liberación rápida y segura".

En los últimos tiempos algunas localidades situadas entre los estados de Imo y Abia, en el sur de Nigeria, han sufrido un aumento de los secuestros. El último, hace apenas poco más de una semana, cuando hombres armados secuestraron a un sacerdote y a un seminarista en la carretera que una Okigwe y Umunneochi.

Ambos fueron liberados la semana pasada después de pagar un rescate. Peor suerte ha corrido un agente de la Policía de Umunneochi, en el estado de Abia, cuyo paradero se desconoce después de ser asaltado por hombres armados, según ha recopilado el diario nigeriano 'Premiu Times'.

Varias personas han sido secuestradas en los últimos meses en algunas de las localidades que hacen frontera con estas dos regiones. Mientras que algunos fueron liberados poco después tras el pago de un rescate, en ocasiones de hasta cien millones de nairas (unos 240.000 euros) otros continúan en paradero desconocido.

Cabe destacar que Nigeria es uno de los estados africanos donde el yihadismo se ha hecho más fuerte, especialmente en el norte del país, por lo que se trata de un territorio donde los ataques a las diferentes religiones forman parte del día a día.