Francisco lamenta la muerte de Eustaquio Pastor, arzobispo emérito de Asunción: "Abnegado pastor"
El Papa ha enviado su más profundo pésame a sus hermanos de comunidad, a todos los miembros de esa Iglesia particular y a los familiares y conocidos del difunto
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El Papa Francisco ha enviado un telegrama al arzobispado de Asunción en Paraguay tras conocer la noticia del fallecimiento de Monseñor Eustaquio Pastor Cuquejo Verga CSSR, arzobispo emérito de la capital del país. El Papa envía su “más profundo pésame a sus hermanos de comunidad, a todos los miembros de esa Iglesia particular y a los familiares y conocidos del difunto”.
El Obispo de Roma ofrece sufragios por el eterno descanso de este “abnegado pastor” y encomienda el alma del arzobispo “a la materna intercesión de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro”. Con afecto, imparte la “confortadora Bendición Apostólica, como signo de fe y esperanza en Cristo muerto y resucitado”.
Cuquejo falleció este martes, 22 de agosto, a los 83 años de edad. Los obispos de la nación latinoamericana extendieron sus más sinceras condolencias en un comunicado, elevando sus oraciones a Dios por monseñor Cuquejo, “para que su testimonio de generosa entrega y de fe manifieste el santo amor de Cristo, Buen Pastor, para el bien y la santificación de su Iglesia”.
Por su parte, el clero ha expresado su gratitud por todo lo que el extinto Prelado les dejó: “Ciertamente, escriben, han sido días, semanas y meses de sufrimiento, pero hemos vivido este tiempo con mucha unción, pues estamos convencidos de que las heridas del buen pastor sanan a su rebaño”. Y agradecen al Papa por su mensaje de condolencia, a los médicos y enfermeros, a sus hermanos obispos y sacerdotes, a los misioneros redentoristas, a la Universidad Católica, entre otros.
Y dan gracias al Señor “por la vida y el testimonio de Pastor Cuquejo, reconocido en los saludos recibidos, como defensor inteligente y cristiano, hombre gentil, de delicadas palabras, cercano y humano, hombre de escucha y de entrega, con una gran capacidad de trabajo”.
Los fieles despidieron al Pastor durante varias misas exequiales. En una de ellas, el cardenal Martínez Flores pronunció la homilía y destacó "la larga y fecunda vida gastada por la causa de Cristo, incluso desde su quebrantada salud". "Necesitamos personas como él, que nos animen a tener menos miedo al dolor, al sufrimiento, porque Mons. Pastor supo tomar la Cruz y seguir al Señor. Y necesitamos personas que, como él, nos hagan cercanas la paz y la alegría de la fe, de su creencia en el buen Dios que dio su vida por nosotros".