Un Hospital de Campaña para Ucrania: El corredor humanitario que nació en un pequeño convento de Manresa

Justo cuando se cumplen 455 días del inicio de la invasión, sor Lucia Caram recuerda que la situación de la población empeora según se alarga el conflicto "y no llega tanta ayuda"

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Eva Fernández Huéscar

Roma - Publicado el - Actualizado

6 min lectura

El mayor corredor humanitario que España ha creado con Ucrania desde el inicio de la guerra tiene como origen un pequeño convento de Manresa. Tras haber conseguido abrir 17 corredores humanitarios en los que se ha dado acogida a más de 1000 personas y después de haber proporcionado tratamiento sanitario a 60 heridos graves y 20 pacientes oncológicos ucranianos, además de muchas otras ayudas, la Fundació del Convent de Santa Clara junto a la Asociación Mensajeros de la Paz y el Voluntariado de CaixaBank ha presentado en Roma a nivel internacional el #RetoHospitalDeCampaña.

La propuesta es crear una (o todas las posibles) instalaciones perfectamente equipadas para poder brindar atención médica inmediata a las víctimas de los ataques. El hospital, que se construirá en Zaragoza, incluirá 3 quirófanos y unidades de cuidados intensivos, junto a otras unidades sanitarias de primera necesidad.

Ucrania necesita urgente ayuda humanitaria

Justo cuando se cumplen 455 días del inicio de la invasión de Rusia a Ucrania, y después de que el Papa Francisco durante la Audiencia General de los miércoles haya vuelto a pedir que no nos olvidemos del “martirizado” pueblo ucraniano, sor Lucia Caram ha recordado a los medios de comunicación que, según ella misma ha comprobado en los últimos viajes, la situación de la población empeora según se alarga el conflicto y no llega tanta ayuda humanitaria: "Ha desaparecido la solidaridad compulsiva del primer momento, cuando en la frontera de Ucrania había cientos de personas dispuestas a acoger y a ofrecer ayuda. Quizás se deba a la fatiga mediática, pero lo cierto es que la ayuda humanitaria ha bajado un 80 %, según los datos que me llegan de primera mano, por lo que la situación en estos momentos es aún más preocupante que al inicio de la guerra".

En estos momentos los hospitales y centros médicos de Ucrania están desbordados, los recursos sanitarios escasean cada vez más y el número de mutilados aumenta: “No hay antibióticos ni medicamentos contra la diabetes, ni tratamientos oncológicos. El país ha sido devastado. Los hospitales están en situación precaria. En las habitaciones se amontonan los heridos, la mayoría mutilados. En esta guerra cruel hay heridas por onda expansiva, el cráneo hace caja de resonancia y provoca heridas neurológicas. Hacen falta neurocirujanos en los hospitales de campaña”.

La puesta en marcha de un nuevo hospital

Los hospitales de campaña pueden montarse y desmontarse en 30 minutos. Gracias a ellos se evitaría que muchos heridos mueran si no son atendidos inmediatamente. Muchas mutilaciones habrían podido evitarse con una operación rápida.

Hoy mismo se ha firmado la puesta en marcha de un hospital. Esperan que sea el primero de otros muchos. Su operatividad es total. Se trasladan en camiones y en el frente de batalla se consigue operar y estabilizar a los heridos y después se trasladan a otros hospitales para la convalecencia. Permiten hacer de 20 a 30 operaciones en 24 horas. Cada uno de estos hospitales tiene un coste aproximado de 2 millones y medio de euros. Para intentar reducir costes están pidiendo material en deshuso de los hospitales para que me cueste menos.

El trabajo que viene desempeñando la Fundaciò del Convent Santa Cara desde el inicio de la guerra se ha traducido también en la entrega de 90 vehículos, fundamentalmente ambulancias, más de 100 equipos de reanimación con desfibriladores y mochilas de emergencia, generadores, tráileres repletos de medicamentos e incluso de naranjas, una de las últimas peticiones para poder proporcionar vitamina C a la población, ropa para afrontar altas temperaturas además de todo tipo de equipos médicos.

Al margen de la guerra de Ucrania, la Fundació del Convent de Santa Clara de Manresa continúa con sus habituales programas de lucha contra la pobreza. Atienden a diario a cientos de personas y proporcionan alojamientos y trabajo a otras tantas.

El Papa Francisco, a la vanguardia en su preocupación por Ucrania

Desde el inicio de sus viajes humanitarios a Ucrania, Lucía Caram ha mantenido informado al pontífice de la precaria situación que afronta la población y hoy ha podido exponerle las características de la campaña para recaudar fondos, gracias a la que se construirá el primer hospital de campaña al que sin dura seguirán otros.

La religiosa dominica confirma que la situación de la población hace sufrir al pontífice y que en distintas ocasiones Francisco le ha manifestado que le gustaría acudir al país. El propio pontifice ha asegurado que viajaría a Ucrania si fuera posible visitar también Rusia. La diplomacia vaticana procura siempre dejar abiertas las puertas que faciliten el diálogo como camino para conseguir una paz justa.

En todos los viajes a Ucrania, Sor Lucía ha podido comprobar la fuerza de la fe arraigada en el pueblo, hasta el punto de que a ella misma le ha servido como empujón interior: “Ante las desgracias muchos se preguntan dónde está Dios en todo esto. Por eso, cuando todo falla se comprueba la palanca que supone la fe. Es lo único que les mantiene en pie. Impresiona ir al cementerio y ver que en todas las tumbas hay un Rosario. Además de la fe, cuando te han arrebatado a tu familia, tu casa, tu capacidad de planificar el futuro, la vida de estas personas es tierra sagrada. No podemos ir como espectadores sino para dar testimonio de lo que está pasando y dar voz”.

Soldados traídos a España con duras historias a sus espaldas

Sor Lucía Caram recuerda nítidamente a Badin, de 19 años, había sufrido una herida en el brazo y en Ucrania la única solución posible era amputarlo. Ahora ha recuperado el 95% de la movilidad.

Olev combatía en Mariupol cuando bombardearon su casa. Comprovó que su hijo de 16 años había muerto. Mientras buscaba entre los escombros a una sobrina de 3 años, a la que también encontró muerta, una mina le hizo volar el brazo. Consiguieron estabilizarlo en Barcelona y cuando le iban a acompañar de regreso a Kiev, se le ha diagnosticó un cáncer linfático. Será difícil que pueda regresar a Ucrania, aunque el insiste en que quiere volver para servir a su país. A Andriy le iban a amputar una pierna y un brazo en Ucrania, pero finalmente consiguieron evitarlo.

Sucede también que a la mayoría de los heridos que regresan se les da de baja del ejercito y pasan a cobrar una pensión de 60 euros al mes. Las circunstancias son duríaimas porque dejan de recibir ingresos,además están mutilados lo que les impide trabajar, han perdido casa y familia y no tienen a donde ir.

Un reto con compromiso

Todas las entidades que intervienen en la creación de los Hospitales de Campaña han puesto de manifiesto que lanzan este reto con el compromiso de llevar personalmente el Hospital a la zona de conflicto y realizar un exhaustivo seguimiento junto a la Guardia Fronteriza de Ucrania. Realizan un llamamiento a los gobiernos y organizaciones internacionales para que redoblen sus esfuerzos para proporcionar asistencia humanitaria de manera eficiente y equitativa. Paralelamente continúan comprometiéndose a seguir ayudando hasta que llegue la ansiada paz. Todos lo que quieran ayudar pueden realizar donaciones para comprar equipamento médico através de estos medios:

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