La Iglesia en Argentina pide que las elecciones ayuden a superar "la fragmentación social"
El país se enfrenta a unas elecciones presidenciales este domingo que son cruciales en un país que empezó el siglo XX siendo una de las naciones más ricas del mundo
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Argentina se enfrenta a unas elecciones presidenciales este domingo que son cruciales en un país que empezó el siglo XX siendo una de las naciones más ricas del mundo. Hoy tiene un 40% de población pobre y un 10% de indigentes. Cinco candidatos se disputan la presidencia y vicepresidencia: Sergio Massa, Patricia Bullrich, Javier Milei, Juan Schiaretti y Myriam Bregman.
La victoria será adjudicada al candidato que logre el 45% más 1 del consenso o el 40% y una ventaja de al menos 10 puntos porcentuales sobre el segundo. En efecto, la mayoría de los sondeos ubican en primer lugar al candidato de derecha Milei de “La Libertad Avanza”, seguido por el candidato oficialista, el ministro de Economía, Sergio Massa con “Unión por la Patria” y, en tercer lugar, la candidata de centroderecha, Patricia Bullrich con “Juntos por el Cambio”.
La Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Argentina ha hecho un llamamiento a los casi 36 millones de ciudadanos convocados a las urnas “a votar en paz y que este domingo las elecciones sean una contribución para afianzar una democracia que signifique ciudadanía plena, ejercicio de derechos, que aseguren condiciones para el bienestar de nuestro pueblo, que superen la fragmentación, con sensibilidad social, que garanticen igualdad de oportunidades, con independencia económica”.
La nota de la comisión episcopal se remonta a hace 40 años, cuando Argentina recuperó la democracia tras los oscuros años de la dictadura, para constatar que el “ideal democrático con valores populares, que garantizarían la igualdad, el desarrollo económico y la integración”, fue traicionado por “las pujas en lo económico y en lo político” que abrieron la puerta para una “crisis de representación en las instituciones junto con un proceso de desintegración y fragmentación del cuerpo social”.
“La democracia - subraya la nota - dejó de identificarse con la expresión de los intereses de las mayorías, del bien común, para pasar a ser una herramienta condicionada por poderes minoritarios o corporativos”. Una situación que amenaza – señala el episcopado - “la existencia misma de la Nación” llamada a ser “ámbito fértil para el desarrollo de una vida en comunidad”, basada en “los valores de la paz, de la igualdad, del trabajo, de la inclusión, de la justicia y de la equidad territorial para realizar juntos un proyecto en común”.
“Aparece imprescindible la generación de espacios de diálogo y encuentro que hagan posible un acuerdo político, social y económico de gobernabilidad, más allá de cuál sea el resultado electoral”, sostiene la Comisión de Justicia y Paz, al recordar que el voto expresa la voluntad popular y exige a los candidatos que triunfen en la elección, disponerse a resolver los graves problemas que enfrenta la nación.
“Recordamos que es urgente devolver a la política, su carácter de ser una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común, concluye la nota, en la que se invita a una acción política que promueva el cuidado de la vida, la dignidad humana, el trabajo digno para todas las personas y la eliminación del hambre y la exclusión.