La Iglesia de Asia marca sus retos: la sinodalidad, el papel de la mujer o la inmigración, entre los desafíos

Las Conferencias Episcopales de Asia han presentado el 'Documento de Bangkok', donde se recogen las reflexiones de los delegados de las Iglesias Católicas de todo el continente reunidos por primera vez en octubre con motivo del 50° aniversario de la fundación de este organismo eclesial. En el informe, se invita a los pueblos de Asia a volver "por otro camino", como hicieron los Reyes de Oriente después del encuentro con Jesús en Belén.

El arzobispo de Kalookan y presidente del episcopado de Filipinas, Pablo Virgilio David, ha explicado que el documento se articula en cinco capítulos centrados en otros verbos que marcan el viaje de los Reyes Magos: "caminar juntos" sobre el tema de la sinodalidad, "observar" los desafíos emergentes en Asia hoy, "discernir" las respuestas a estos desafíos pastorales, "ofrecer dones" en la relación de las Iglesias de Asia con la Iglesia universal, y finalmente "recorrer nuevos caminos" en el estilo de una presencia pastoral actual en el gran continente.

El 'Documento de Bangkok' hace referencia también a la difícil situación de los migrantes, los refugiados y los pueblos indígenas muchas veces expulsados de su tierra natal. Asimismo pone en valor el papel de la familia como fundamento de la sociedad, así como el creciente papel de la mujer en las sociedades asiáticas, la relación entre los jóvenes y el mundo actual, el impacto de las tecnologías digitales, la promoción de una economía equitativa frente a las transformaciones causadas por la urbanización y la globalización o los efectos del cambio climático.

En todos estos retos, las Conferencias Episcopales de Asia reclama a sus iglesias emprender acciones pastorales que abarquen desde la atención a la familia hasta el liderazgo de las mujeres en las comunidades eclesiales.

En cuanto a los "nuevos caminos" a recorrer, las Iglesias de Asia indican concretamente cinco: en la evangelización, esperan pasar de un paradigma con un modelo dominante a un enfoque verdaderamente inculturado. En la vida eclesial, se sugiere un salto cualitativo del diálogo a un estilo de verdadera sinodalidad. En el anuncio del Evangelio, pasar del anuncio abstracto al relato de historias de una fe encarnada en la vida. Por último, el documento pide estar dispuestos a salirse de los caminos habituales para poder abordar las nuevas prioridades pastorales. Todo ello tomando como guía las figuras de grandes misioneros como Matteo Ricci y Alessandro Valignano, que ya en el siglo XVI habían aceptado la llamada a encarnar la fe en un contexto y una cultura específicamente asiáticos.