Los motivos por los que el Vaticano devuelve a Atenas los fragmentos de mármol del Partenón

Los Museos Vaticanos poseen desde el siglo XIX tres fragmentos de mármol -una cabeza de caballo y dos humanas- procedentes de la decoración escultórica del Partenón ateniense

Los motivos por los que el Vaticano devuelve a Atenas los fragmentos de mármol del Partenón

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

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El Vaticano devolverá los fragmentos de mármol del Partenón de Atenas, que desde el siglo XIX permanecen en los museos de la Santa Sede. De esta manera, tal y como se recoge en el comunicado vaticano, el Papa Francisco avanza en su “sincero deseo de proseguir el camino ecuménico con la iglesia ortodoxa griega, por lo que la donación irá en favor del arzobispo de Atenas y cabeza de la iglesia ortodoxa en Grecia, Jerónimo II”.

Los Museos Vaticanos poseen tres fragmentos de mármol pentélico -una cabeza de caballo y dos humanas- procedentes de la decoración escultórica del Partenón ateniense, construido en el siglo V a.C y expoliado a lo largo de la historia.

Las tres piezas pertenecen a la decoración escultórica del principal templo de la acrópolis ateniense, erigida en el siglo V a.C, edad de oro de la cultura helénica, por voluntad de Pericles, y su autoría está atribuida a la mano del maestro Fidias.

La cabeza de caballo procede del frontón occidental del edificio, en el que se representaba la disputa mitológica entre la diosa de la sabiduría Atenea y el de los océanos Poseidón por el dominio de la región griega del Ática. El animal, de hecho, formaba parte de la representación de la cuádriga de la diosa guerrera y protectora de la ciudad.

En cuanto a los otros dos mármoles, representan la cabeza de uno de los niños encargados de hacer las ofrendas en el templo y la de un hombre barbudo que formaba parte de la representación del mito de la Centauromaquia, relatado en las metopas meridionales del Partenón.

¿Por qué elige el Papa este momento para devolver los fragmentos del Partenón?

La devolución vaticana de estas piezas sigue la voluntad de Francisco de tejer buenas relaciones con la iglesia ortodoxa griega, con la que en el pasado Roma siempre mantuvo muchas desavenencias (entre otras, los ortodoxos culpan al Vaticano y a los cruzados de la caída de Constantinopla en 1453).

Además, se produce en un momento de debate sobre la descolonización de los museos europeos. Por ejemplo, el Museo Británico de Londres posee desde comienzos del siglo XIX los conocidos como "Mármoles de Elgin", una enorme colección de piezas decorativas del templo ateniense, así como gran parte de su friso y de sus frontones.

Atenas reclama las piezas desde hace años y construyó expresamente en 2009 un nuevo Museo de la Acrópolis para demostrar que cuenta con un lugar adecuado para albergar ese tesoro arqueológico. En la actualidad, negocia la repatriación de los mármoles desde Londres.

Asimismo, Italia anunció el pasado enero la devolución a Atenas de un fragmento de mármol perteneciente a una parte del friso occidental del Partenón, guardado durante más de dos siglos en un museo de Palermo (sur).

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