Los obispos de Perú piden "tender puentes" y "conservar la institucionalidad" ante la crisis política y social

Perú continúa con su crisis política y social. La presidenta del país, Dina Boluarte, anunciaba en las últimas horas que presentará un proyecto de ley para el adelanto de elecciones a abril de 2024 como respuesta a las protestas sociales que se están produciendo en varias zonas del país contra su Gobierno.

La mandataria, que asumió el cargo tras la destitución de Pedro Castillo tal y como marca la Constitución del país, ha explicado que "en los próximos días" enviará al Congreso un proyecto de ley para que sea "consensuado con las fuerzas políticas representadas en el Parlamento".

Mientras tanto, las protestas siguen su curso, que se han saldado con siete muertos este lunes, un centenar de policías heridos y el ataque a dos canales de televisión en Lima.

La Conferencia Episcopal de Perú ha publicado un comunicado ante estos dolorosos acontecimientos, lamentando en primer lugar las víctimas mortales que se están produciendo. En segundo lugar, los obispos del país llaman a la calma a los manifestantes, a quienes instan a “construir puentes de diálogo, llamando a la serenidad a todos nuestros compatriotas que realizan protestas en diversas partes del país, cuyos reclamos, cuando justos, deben ser escuchados; pero que ejerzan su derecho sin violencia”.

Asimismo, ha reclamado a las Fuerzas del Orden “actuar en el marco de la Ley, velando por la integridad de las personas”, se puede leer en el comunicado. También el episcopado de Perú ha encomendado a la clase política la misión, especialmente al Poder Ejecutivo y a los congresistas de “preocuparse por la institucionalidad, el orden democrático, el debido proceso y el bien común de todos los peruanos, especialmente de los más desprotegidos”.

Y es que tal y como se recoge en la nota de prensa difundida por los obispos, Perú “no puede darse el lujo de un desgobierno en nuestra Patria. Nuestro querido país no debe continuar en la zozobra, el miedo y la incertidumbre. Necesitamos diálogo sincero, calmar los ánimos para proteger nuestra débil Democracia, conservar la institucionalidad y mantener la fraternidad de nuestro pueblo. La violencia no es la solución a la crisis ni a las diferencias. ¡No más hechos de violencia!, ¡No más muertes! ¡El Perú debe ser nuestra prioridad!”, añaden.