Manos Unidas apoya en Bolivia a mujeres y niñas víctimas de violencia de género
Las medidas de cuarentena rígida a causa de la pandemia se convirtieron, para muchas mujeres que vivían en situación de violencia intrafamiliar, en un callejón sin salida
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Tras la puesta en marcha de un proyecto de protección de los derechos de mujeres y niñas víctimas de violencia de género y discriminación en Sucre, Bolivia, apoyado por Manos Unidas y el Centro Juana Azurduy – en alianza con los Ayuntamientos de Madrid y de Leioa –, ya son visibles los resultados en todo el municipio.
Las medidas de cuarentena rígida y restricciones a la circulación a causa de la pandemia se convirtieron, para muchas mujeres que vivían en situación de violencia intrafamiliar, en un callejón sin salida. Ante esta realidad, Manos Unidas apoyó esta iniciativa contra una violencia que, junto a la crisis sanitaria, es la principal preocupación para las defensoras de los derechos de las mujeres.
Esta intervención ha supuesto un gran cambio en la mentalidad de cientos de mujeres para salir del círculo de violencia en el que se encontraban. Además, decenas de lideresas han adquirido las capacidades necesarias para el ejercicio del poder político y los jóvenes están desarrollando procesos de investigación y diálogo con sus pares para analizar y cuestionar la violencia de género.
El Centro Juana Azurduy con las mujeres
Desde el programa Defensoría de la Mujer del Centro Juana Azurduy se desarrollan estrategias de atención a mujeres en situación de vulnerabilidad, como la habilitación del servicio de atención en línea, la atención psicoterapéutica individual y el seguimiento permanente a las mujeres que realizan denuncias. También brinda atención psicológica y legal a más de 800 mujeres en situación de violencia dentro del protocolo de atención denominado Guía de Atención a Víctimas de Violencia.
"Me invitaron en «las Juanas» para participar en las diez sesiones de un taller psicoterapéutico grupal. Me gustó mucho participar porque pude conocer a otras mujeres que también habían sufrido violencia psicológica o física y esto me ha ayudado a valorarme más como mujer y como persona (testimonio de una de las participantes del proyecto)"
Asimismo, se han difundido contenidos multimedia con información precisa y oportuna para facilitar las denuncias, como los programas radiofónicos en vivo «Lávate las manos, cúbrete la boca…pero no cierres los ojos» o «El machismo virus también mata», que estuvieron dirigidos a brindar información e incentivar que las mujeres denuncien actos de violencia.
Por otro lado, el Centro Juana Azurduy, en coalición con otras organizaciones sociales, ha formulado propuestas contra la violencia hacia la mujer que han sido aprobadas con éxito para incluirlas como políticas municipales, aunque la pandemia sanitaria mundial ha dificultado, en cierta medida, el avance en el establecimiento de estas políticas públicas.
Sensibilizar a la comunidad
En este contexto, la importancia de la sensibilización comunitaria se ha traducido en acciones que visibilizan las propuestas de las mujeres y que han sido previamente reflejadas en la Agenda Política Departamental de Chuquisaca.
En este sentido, durante 2019 se produjeron movilizaciones en el espacio público y representaciones teatrales con obras como «Las damas primero» en el Teatro El Grito, en el que se abordan los diferentes tipos de violencia contra las mujeres, la realidad de los feminicidios y los obstáculos existentes para la participación política de las mujeres. Igualmente, se originaron movilizaciones en el día de todos los santos, en memoria de las mujeres asesinadas, entre otras muchas acciones.
Los colectivos juveniles contra el sistema patriarcal
Un tercer pilar de la iniciativa fue el dirigido a los colectivos juveniles para cuestionar creencias y prácticas patriarcales en torno a la violencia contra la mujer.
De este modo, durante los dos años de ejecución de la intervención, alrededor de 50 jóvenes se han concienciado y adquirido herramientas a través de procesos de formación, realización de proyectos de investigación, difusión y diálogo con sus pares mediante recursos comunicativos difundidos por Radio Encuentro y otras plataformas digitales.
En el ámbito de las investigaciones juveniles, se ha contado también con la producción de libros, audiolibros, series audiovisuales y cómics, así como intervenciones de calle con conceptos altamente innovadores. Además, se ha generado un amplio diálogo en redes sociales, llegando a cerca de 300.000 jóvenes.