Más de 50.000 personas acudieron al Festival de Jóvenes de Medjugorge en su 30ª edición
En 2019 durante la 30ª edición del Festival miles de jóvenes participaron en catequesis, eucaristías, oración y procesiónes en el pequeño Santuario Mariano
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La primera semana de agosto se celebró la 30ª edición del Festival de Jóvenes de Medjugorje. El lema de este evento internacional, organizado en el pequeño pueblo de Bosnia y Herzegovina, este año ha sido “Sígueme” (S. Mateo 9, 9-13).
Las supuestas apariciones marianas de Medjugorje desatan controversia desde sus inicios, en 1981, explicó Arciprensa. Mientras unas personas consideran no las consideran verídicas, otros dicen que allí han recibido milagros. En mayo de 2019 el Papa Francisco autorizó las peregrinaciones al conocido santuario mariano.
El Festival de Jóvenes de este año batió récords históricos. Estuvieron presentes más de 50.000 jóvenes provenientes de 80 países del mundo, especialmente europeos. Durante el Festival hubo catequesis, Eucaristías, momentos de oración, confesión y adoración ante el Santísimo, además de una procesión con la escultura de la Virgen María. En la misa de apertura concelebraron más de 600 religiosos acreditados, entre sacerdotes, arzobispos y arzobispos. Dicha misa fue vista por más de 1.700.000 personas de todo el mundo.
La eucaristía del pasado 1 de agosto fue presidida por el cardenal Angelo de Donatis, vicariogGeneral para la Diócesis de Roma. Durante su homilía explicó a los jóvenes que “el Evangelio invita a purificar nuestros pensamientos a través de la acogida de Jesús. Un corazón evangélico necesita de una mente libre” y les invitó a rezar al Espíritu Santo. También les saludó con “el cálido saludo y la bendición del Santo Padre”.
Durante la 2ª jornada del Encuentro de Jóvenes presidió la Eucaristía Mons. Luigi Pezzuto, Nuncio Apostólico en Bosnia y Herzegovina. Concelebraron 678 sacerdotes y hubo 1.996.790 conexiones en streaming.
Luigi Pezzuto invitó a los jóvenes a “aceptar el gran don de la paz en el tiempo, y hacerlo fructífero. Estamos invitados a 'traer y anunciar la paz como la buena noticia de un futuro en el que, cada ser vivo, sea percibido en su dignidad y en sus derechos”. Lo hizo citando el mensaje del Papa Francisco para el Día Mundial de la Paz (21 de septiembre).
También les explicó que “Cuando Dios nos dice ‘Sígueme’ a cada uno de nosotros, nosotros también participamos en el mismo viaje de María y de todos aquellos a quienes Dios habló y continúa diciendo ‘Sígueme’”. También les animó “en una palabra, recemos para que Dios nos conceda el mismo estilo que tenía María, la cual era una sierva ferviente y alegre, libre y fuerte al mismo tiempo”
Henryk Hoser, en la Misa del tercer día del Festival habló sobre los problemas humanos que vive la juventud. Les animó a perseverar en el encuentro con Dios, pues “Dios conoce perfectamente nuestros corazones humanos.¡Jesús lee nuestros corazones y conoce nuestras debilidades, pero sobre todo sabe que somos capaces de hacer el bien y desea ayudarnos, apoyarnos y estar con nosotros, morar con la Santísima Trinidad en nuestros corazones! Aquí es donde nos conduce la Madre de Dios y nuestra Madre, la misma Madre de Czestochowa, de Vilnus, Lourdes, Fátima, Kibeho y de Medjugorje, la Reina de la Paz. ¡Permitamos que ella nos guíe!”, dijo al final de su homilía.
El pasado domingo, durante la 4ª, presidió la Misa de la tarde el Cardenal Vinco Puljic, arzobispo de Sarajevo. Concelebraron el Nuncio Apostólico en Bosnia y otros 536 sacerdotes. Por la mañana, al ser domingo, se celebraron Eucaristías en más de 20 lenguas diferentes. Además hubo 2.514.300 conexiones en directo.
Vinco Puljic insistió a los jóvenes que "no dejen de orar, porque la Oración es la maravillosa comunión con Dios. También mencionó una encuesta sobre los valores de la juventud: familia, amistad, seguridad material, propósito de la vida y espiritualidad. Afirmó que “la juventud viene aquí para buscar los verdaderos valores de la vida: su propio 'yo'.” También invitó a los presentes: “Debes construir con carácter cristiano, tu propia identidad. No necesitas ser copia de nadie. Dios es tan rico en su creación que nos creó a todos diferentes y, por lo tanto, debemos aceptar esta identidad. También te animo a que nunca dejes de orar, porque la oración es la maravillosa comunión con Dios. Hay un dicho que dice «Te conviertes con quien pasas el rato», así que si pasas tiempo con Dios, estarás imbuido de Su amor. ¡Nunca pienses que estás solo en este mundo!”.
El pasado 5 de agosto monseñor Rino Fisichella, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, clausuró el encuentro el con la catequesis “los jóvenes nuevos evangelizadores”. Les animó a “volver a la fuente del amor”. Para ello les explicó el encuentro entre Felipe y el etíope (Hechos de los Apóstoles 8, 26-40). El prelado afirmó que: “el corazón de toda la historia es la acción de Dios, que abre los corazones de los dos para que se conviertan en anunciadores convencidos del Evangelio de Jesucristo”.
El prelado subrayó la importancia del amor en la evangelización: “El amor es algo grande si se remonta a sus comienzos, si se le devuelve a su origen, si se le devuelve a su fuente. Desde allí siempre se necesita comida para seguir fluyendo. El amor es el único entre todos los movimientos del alma, entre sentimientos y afectos, con el que la criatura puede corresponder al Creador, aunque no en pie de igualdad; el único con el que puede corresponder a su prójimo, ciertamente en pie de igualdad. Cuando Dios ama, no desea otra cosa que ser amado”.