¿Quién fue la Madre Francisca Rubatto, la beata uruguaya que será canonizada por Francisco el 15 de mayo?
Nacida en 1844, desde muy joven se entregó a los más pobres. El Papa Juan Pablo II le proclamó beata, el 10 de octubre de 1993
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El 15 de mayo el Papa Francisco presidirá la ceremonia de canonización de la religiosa uruguaya Francisca Rubatto en la plaza de San Pedro del Vaticano. Fundadora de la Congregación de las Hermanas Capuchinas de Madre Rubatto en el país latino, sus integrantes organizarán multitud de actividades bajo el lema 'Tu audacia y humildad impulsan nuestra misión y compromiso'.
Una de estas actividades se desarrollará en la víspera de su canonización, el 14 de mayo, cuando tendrá lugar una vigilia de espera desde la parroquia San Roberto Belarmino en Roma.
Por su parte un día después de la ceremonia, el día 16, se transmitirá la Misa de acción de gracias desde la parroquia San Roberto Belarmino. Desde esa fecha hasta el 22 de mayo en Montevideo se celebrará la “octava de la canonización” con reflexiones sobre la santidad de la Madre Rubatto y celebración de Misas en el santuario de la beata.
¿Quién fue la Madre Francisca Rubatto?
Francisca Rubatto nació en Italia, en la provincia del Piamonte, el 14 de febrero de 1844. Desde muy joven, en edad adolescente, se consagró a Dios y se dedicó a las obras de caridad, a la catequesis de niños, a la visita a los enfermos de Cottolengo y en los oratorios de Don Bosco en Turín.
Con cuarenta años, mientras se encontraba de vacaciones en Loano, Francisca Rubatto socorrió a un joven obrero herido en la cabeza. En ese momento sintió el llamado de Dios y, alentada por un sacerdote capuchino, el 23 de enero de 1885 fundó la Congregación de las Hermanas Capuchinas para dedicarse a los enfermos y, especialmente, a los niños y jóvenes abandonados.
En 1892, con cuatro hermanas de su congregación, la Madre Francisca partió hacia América Latina para realizar su apostolado en Uruguay y en Argentina y Brasil. Al llegar a Uruguay, las religiosas se instalaron en el barrio Belvedere de Montevideo para crear un taller de costura que luego se transformó en el Colegio San José de la Providencia.
Falleció en Montevideo el 6 de agosto de 1904. Sus restos fueron enterrados en el cementerio de La Teja, según expresó en su testamento: “Mi cuerpo sea enterrado en medio de mis queridos pobres”.
Luego, sus restos fueron trasladados al Santuario Beata María Francisca Rubatto, ubicado en el Barrio Belvedere de Montevideo. Casi un siglo después de su marcha de esta vida, el Papa Juan Pablo II le proclamó beata, el 10 de octubre de 1993.
El 21 de febrero de 2020 se publicó el decreto que reconoce el milagro atribuido a la intercesión de la Beata María Francisca de Jesús. El milagro fue obrado en una joven de Uruguay que en el año 2000 sufrió un accidente de moto que le provocó un trauma craneal con hemorragia y que la dejó en estado de coma. Las oraciones elevadas hacia la Madre Francisca permitieron la curación de la joven que quedó sin secuelas.