El sacerdote que se ha vuelto a poner la bata blanca para ejercer como médico frente al coronavirus

Alberto Debbi es natural de Reggio-Emilia, en la región italiana de Emilia-Romaña, la segunda más castigada por la pandemia del coronavirus. Estudió medicina y se formó en aparato respiratorio en el hospital de Sassuolo, donde trabajó como neumólogo durante siete años, hasta que decidió entrar en el seminario. Actualmente ejerce como vicario parroquial en la unidad pastoral Virgen de las Gracias de Correggio, en la diócesis de Reggio Emilia-Guastalla

Ante la terrible situación provocada por la pandemia, Alberto ha vuelto a sentirse llamado; a fin de cuentas su especialidad de neumólogo es una de las más requeridas en este momento, y él entiende que en este difícil periodo de sufrimiento hay que desdoblarse y estar disponible con todo lo que tengamos para ofrecer. Hacían falta médicos, sobre todo de su especialidad, así que ha pedido permiso a su obispo para reincorporarse a su antiguo hospital mientras haga falta. En un mensaje publicado por la prensa local, Don Alberto ha asegurado a sus feligreses que seguirá rezando y celebrando la Misa por ellos cada día, con la novedad de que ahora tiene un nuevo altar, la cama de los enfermos a los queatiende.

Sus colegas lehan acogido inmediatamente como si fueran una familia: "Los médicos -relata el sacerdote-, han sido capaces de hacer cosas heroicas en una situación desafiante y dramática, e impresiona ver en sus ojos la determinación, el deseo de hacer el bien, el deseo de estar cerca de los enfermos incluso cuando experimentan el cansancio.

¿Qué significa volver a ser médico como sacerdote? “Espero ser capaz de llevar el mensaje y la cercanía del Señor, porque la fe da valor y ayuda a enfrentar la aprehensión y el miedo”. Don Alberto expresa finalmente el deseo de que podamos aprender de esta dramática situación. Porque el bien también puede surgir de una situación en la que aparentemente no hay nada bueno.