Ucrania prohíbe las celebraciones ortodoxas que dependan del Patriarcado de Moscú
El Parlamento ucraniano ha aprobado una ley para garantizar la "independencia espiritual" y cortar lazos con la Iglesia Ortodoxa dependiente de Rusia
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El Parlamento de Ucrania ha aprobado un proyecto de ley para prohibir la Iglesia ortodoxa vinculada al Patriarcado de Moscú. En total, 265 diputados (de los 450 que tiene el Parlamento) han aprobado esta norma que prohíbe las organizaciones religiosas vinculadas con Rusia, incluida la Iglesia ortodoxa ucraniana ligada al patriarcado de Moscú.
Para entrar en vigor, el proyecto deberá ser firmado por el presidente Zelenski. En sus redes sociales, el mandatario ucraniano ya ha celebrado la medida, destacando que se trata de una "ley sobre la independencia espiritual" del país.
En ese mensaje se puede leer que el presidente Zelensky habló con el Patriarca Ecuménico Bartolomé I para expresarle su "gratitud por las oraciones por Ucrania y su inquebrantable apoyo a nuestra nación". "Subrayé la importancia de la nueva ley sobre independencia espiritual, apoyada por el Consejo Ucraniano de Iglesias y Organizaciones Religiosas, subrayando que una nación independiente también debe ser espiritualmente independiente", continía el post.
La nueva ley, que aún no ha sido promulgada, da a las parroquias afectadas un plazo de nueve meses, según explican algunos diputados, para "cortar los lazos con la Iglesia ortodoxa rusa", que en varias ocasiones ha expresado su apoyo a la invasión rusa de Ucrania. La norma no prohíbe explícitamente la Iglesia, sino que establece un mecanismo para garantizar que cualquier organización religiosa con amplia comunicación o lealtad a la Iglesia ortodoxa rusa tenga que cortar esos lazos en plazo mencionado.
La posición de la Iglesia en Ucrania
El pasado 16 de agosto, el Consejo de Iglesias y Organizaciones Religiosas de Ucrania (KURO) informó del resultado de una reunión con el Presidente ucraniano Zelensky, durante la cual, según se explicaba en un comunicado, se hizo hincapié en la condena categórica de las "actividades de la Iglesia ortodoxa rusa", definida como "cómplice de los sangrientos crímenes contra la humanidad de los invasores rusos". A continuación, el comunicado reafirmaba el respeto de los derechos y libertades religiosas, así como la posibilidad de que los fieles, "a pesar de algunos desafíos relacionados con la guerra", "expresen sus sentimientos y creencias religiosas con dignidad".
La reacción de Rusia
La reacción de Rusia fue inmediata. Para la portavoz del Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, la decisión del Parlamento de Kyiv pretende "destruir la verdadera ortodoxia canónica y sustituirla por un sucedáneo, una falsa Iglesia". Para el Patriarcado de Moscú, se trata de una ampliación de la "persecución" de Kyiv contra la Iglesia ortodoxa ucraniana y una "clara violación de los derechos humanos internacionalmente reconocidos en el ámbito de la libertad religiosa".