El cardenal Osoro reza por el fin de los incendios de Ávila "en estas horas de tensión y angustia"

El cardenal arzobispo de Madrid, Mons. Carlos Osoro, ha expresado a través de la red social Twitter su cercanía con las víctimas del incendio forestal de Navalacruz. De este modo, la Archidiócesis de Madrid se solidariza con el pueblo abulense y se adhiere a las oraciones del obispo de Ávila, Mons. José María Gil Tamayo.

La Diócesis de Ávila ha puesto todas sus instalaciones a disposición de las autoridades que se encargan de extinguir los incendios, como la Casa de Ejercicios y el Colegio diocesanos, que han sido adaptados para alojar a los brigadas del equipo de extinción del fuego.

El fuego que intentan extinguir los bomberos de Ávila fue declarado el pasado sábado, 14 de agosto, tras producirse el incendio de un coche que se encontraba situado en un arcén. El fuego se ha visto potenciado a causa del calor, complicando las labores que se realizan para apagarlo. El suceso ocurrido en las afueras de Navalacruz ha adquirido la categoría de incendio forestal.

Por su parte, el Ayuntamiento de Ávila tuvo que adaptar algunos centros públicos con la intención de acoger a un millar de vecinos que huyen del fuego. Afortunadamente, las labores de control del fuego han permitido que estas familias puedan regresar a sus hogares.

Debido a la intensidad de los incendios, la Junta de Castilla y León ha solicitado el apoyo de las comunidades autónomas de Madrid, Castilla-la Mancha y Extremadura. Hasta el momento, el equipo de Emergencias de la Comunidad de Madrid ha enviado a la zona cuatro equipos de bomberos, de los cuales son tres terrestres y un helicóptero. También se ha sumado a estos efectivos la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Los incendios, presentes en toda España y fortalecidos por el calor

El incendio de Navalacruz no es el único que tiene lugar. A causa del calor al que se ha visto sometida la península, también se han originado focos en Azuébar (Castellón), que experimenta su mayor incendio desde el año 2017.

Este fuego ha provocado el desplazamiento de al menos 500 vecinos, que se han visto obligados a dejar sus hogares. Sin embargo, el equipo de bomberos ha podido estabilizar las llamas, al tiempo que califica su evolución como "favorable". Por su parte, el puerto de Sagunto ha restaurado el tráfico marítimo después de que sus aguas fueran utilizadas por los helicópteros para contribuir a la extinción del fuego.