Simona Brambill, superiora general de las misioneras de la Consolata: “Tenemos que repensar la misión”

La religiosa asegura en el Congreso sobre las Doctoras de la Iglesia que Santa Teresa "parecía ser consciente de que nadie se salva solo"

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Miguel Delgado

Publicado el - Actualizado

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La superiora general de las misioneras de la Consolata, Simona Brambill, ha destacado esta tarde que a modo de reflexión general “tenemos que repensar la misión y crear sentido de la vocación misionera. Se nos presenta una ocasión crítica y al mismo tiempo una ocasión bendecida para profundizar el significado de la misión”.

La superiora ha participado en el Congreso Internacional interuniversitario sobre las Doctoras de la Iglesia y las Patronas de Europa organizado por la Universidad Católica de Avila (UCAV), en colaboración con la Pontificia Universidad Urbaniana y el Instituto di Studi Superiori sulla Donna del Pontificio Ateneo Regina Apostolorum de Roma.

Durante su ponencia, Simona Brambill ha destacado grandes citas de Santa Teresa exponiendo que “en la historia de un alma se abre precisamente con una imagen de pequeñez, esa de una flor, de hecho una pequeña y frágil flor. Santa Teresa aplica constantemente estas imágenes que evocan fragilidad, debilidad, pequeñez, junto con belleza y humildad. En Teresa no se descubre ningún tipo de tristeza, encerramiento o miedo, al contrario. Esta pequeña Teresa, como se define ella, se siente amadísima, agraciada y vista con ternura por dios”.

“Debemos profundizar en el significado de la misión”

Haciendo una reflexión sobre la situación actual de la misión y de la Iglesia, ha explicado que “la cifra de la pequeñez marca hoy nuestra experiencia misionera. Tenemos la nostalgia de tiempos pasados en los que éramos tantos y tantos jóvenes los que participábamos. Ahora constatamos la reducción del número, agravado también por la crisis económica y la pandemia. Todo esto nos ha conducido a la pérdida de la imagen prestigiosa de la religión y de la Iglesia. Tenemos que repensar la misión y crear sentido de la vocación misionera. Todo esto nos presenta una ocasión crítica y al mismo tiempo una ocasión bendecida para profundizar el significado de la misión.

En un alarde de comparativa sobre los escritos de Santa Teresa, Simona ha afirmado que “ella nos narra en sus vivencias que Jesús le ha querido enseñar el libro de la naturaleza y entendió que todas las flores que Dios ha creado tienen su propio esplendor. El esplendor de la rosa o del clavel no quitan el esplendor y el candor de esa pequeña florecita de campo. Lo mismo sucede con todas las almas del jardín de Jesús. Él ha querido crear grandes santos que pueden ser asemejados a las rosas, pero también han creado a pequeños que tienen que contentarse de ser pequeñas flores de campo destinadas a alegrar la vista del buen Dios. Santa Teresa con esto es vivamente inclusiva”.

“Solo nos podemos salvar juntos”

“Santa Teresa parece ser consciente de que nadie se salva solo, porque solo nos podemos salvar juntos. Ella parece adelantar la conciencia actual de que todo está conectado. Teresa entra más profundamente la pasión de Jesús, llevando dentro decir la tragedia de los ateos de su tiempo, que ella considera hermanos suyos”.

A modo de conclusión, la superiora general de las misioneras de la Consolata ha indicado que “la vía de la pasión de Jesús debe ser una vía misionera en la Iglesia. Es una misión que estamos redescubriendo hoy en esta situación actual”.