Así son los ensayos en la Hermandad de las Tres Caídas de Madrid

Esta nueva cofradía prepara con entusiasmo cada Semana Santa desde el barrio madrileño de La Latina

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Ismael FigueroaRubén Mendoza

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Este 14 de abril arrancó la Semana Santa en Madrid. Entre el Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección, numerosas hermandades pasean por las calles de la capital sus pasos cargados de gloria y de fe.

La Hermandad de las Tres Caídas de Madrid, recién creada en 2017, realiza su estación de penitencia el Miércoles Santo. Lo hace desde uno de los barrios más emblemáticos de Madrid, La Latina. Desde su sede canónica, la Real Iglesia de San Andrés, reparte júbilo y esperanza las calles de la capital.

Para que llegue este día tan esperado por miles de personas, las hermandades tienen que sudar y trabajar mucho. En este caso, aún más al tratarse de una Hermandad con tan pocos hermanos, de momento, y con tan pocas salidas procesionales como experiencia.

Así son los ensayos en la Hermandad de las Tres Caídas de Madrid

Tres Caídas, esa es la imagen que portan encima del paso y ese es el lema de la Junta de Gobierno de esta Hermandad: trabajar, trabajar y trabajar. No hay caída que pueda con ellos. Desde el Hermano Mayor, pasando por el equipo de priostía y hasta el último costalero, son partícipes del sacrificio que supone pasear una Hermandad por Madrid.

En enero, ya comienzan a producirse los ensayos bajo el denso frío de la capital. Los costaleros tienen que pasar por una ‘igualá’ en la que el capataz los coloca por igualdad de altura, de ahí su nombre, en las distintas trabajaderas que conforman el paso en su interior, yendo éstas de mayor a menor altura.

Una tarde de un domingo en La Latina no es una tarde cualquiera si ensaya ‘el Tres Caídas’, como así lo conocen ya. Da igual que estés con amigos, de cañas o en una terraza. El paso se rodea de gente entusiasmada por ver esos ensayos recorriendo las calles madrileñas más castizas.

¿Qué es eso que os ponéis la cabeza?”, pregunta algún turista despistado. Se llama “costal” y no es más que una pieza de tela que se colocan los costaleros sobre la séptima vértebra cervical con objeto de cargar mejor los pasos. Llevan entre 20 y 25 kilos, cada uno, bajo las indicaciones a golpe de llamador de los capataces y contraguías. Para que en los ensayos la parihuela tenga un peso similar al día de la procesión, se le añaden vigas de hormigón en su parte superior.

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El Cristo procesiona sobre un paso que calza 32 costaleros y que fue sido confeccionado en la localidad sevillana de Dos Hermanas por el tallista Francisco Javier García Benítez.

Todo ello acompañado de la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de las Tres Caídas de Madrid, que no deja de ser un mero altavoz en el que apoyarse en los ensayos. A veces, incluso la banda también sale a la calle junto a la cuadrilla para afinar sus marchas.

Mención especial se merece la salida desde la Iglesia de San Andrés. La altura de la puerta por la que sale la procesión es de unas dimensiones que no permite dejar paso a las imágenes con los costaleros totalmente erguidos. Estos tienen que hacer un esfuerzo máximo al arrodillarse hasta límites extremos para conseguir, bajo las direcciones del equipo de José Antonio Torres, que la cruz del Cristo no roce con la estructura del templo.

En definitiva, se trata de una Hermandad que trabaja como una familia en armonía para que el Miércoles Santo brillen las calles de Madrid en todo su esplendor.