Sevilla despide a Benedicto XVI, un "hombre sabio y bondadoso": "Quiso ponerse al servicio de la verdad"
José Ángel Sáiz Meneses ha comenzado su homilía reconociendo la emoción profunda con la que recibió la noticia de la muerte del Papa emérito
Misa funeral por el Papa Emérito Benedicto XVI
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El arzobispo de Sevilla, José Ángel Sáiz Meneses, presidió ayer, martes 10 de enero, en la Catedral la Misa funeral por el Papa emérito Benedicto XVI, fallecido el pasado 31 de diciembre, al que ha definido como "un hombre sabio, bondadoso y valiente".
El arzobispo de la ciudad comenzó su homilía reconociendo “la emoción profunda” con la que recibió la noticia de la muerte del Papa emérito, y destacó su “profunda espiritualidad, su altura intelectual, su búsqueda infatigable de la verdad y su entrañable humildad”. Igualmente, señaló cómo en la vida de Benedicto XVI “percibimos también la vivencia de la unión con Jesucristo, configurado sacerdotalmente a él, haciendo de Jesucristo el centro, la clave, la finalidad, el eje y la explicación única de su existencia”.
"Quiso ponerse al servicio de la verdad"
Más adelante, el arzobispo hispalense remarcó algunas de las características principales del magisterio del Papa emérito: “La búsqueda, la defensa, la cooperación apasionada con la verdad, con toda la fuerza de su corazón y de su intelecto”.
No en vano, recordó, su lema episcopal fue ‘Colaborador de la verdad’, es decir, “quiso ponerse al servicio de la verdad en un mundo en el que esta cuestión ha desaparecido casi totalmente, en el que existe una crisis de la verdad, en el que solo parece tener cabida el relativismo". En esta línea, insistió en que “él nos ha enseñado a apuntar a lo esencial, al amor, a la verdad, a la belleza, a los planteamientos profundos y globales”.
La ceremonia estuvo concelebrada por el arzobispo emérito, Juan José Asenjo, y en ella participaron una representación del Cabildo Catedralicio y del clero diocesano, así como numerosas figuras de diversas realidades de la Iglesia en Sevilla, junto a cientos de fieles que han querido dar su último adiós al Papa alemán.
El consistorio sevillano estuvo representado por un nutrido número de concejales, con el alcalde, Antonio Muñoz, a la cabeza.
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