La fórmula para tratar la crisis vocacional de la Iglesia según el Papa
El papa Francisco ha dirigido un discurso a un grupo de sacerdotes, religiosos y familiares en la Catedral de Skopje en Macedonia
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"El “hacer números” nos puede llevar a la tentación de mirarnos demasiado a nosotros mismos." Así ha comenzado el papa Francisco sus palabras en el encuentro con sacerdotes, religiosos y sus familias en la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús en Skopje -Macedonia-. El Santo Padre ha hablado sobre el número de vocaciones en la Iglesia su último discurso de su viaje apostólico a Macedonia.
Ante la preocupación de algunos religiosos sobre la falta de vocaciones, el Pontífice ha asegurado: "En muchas situaciones sentimos la necesidad de hacer números: comenzamos a mirar cuantos somos… y somos pocos, después vemos la cantidad de casas y obras que hay que sostener… y son muchas… (...) Cuando esto sucede pareciera que el balance está siempre en “números rojos”."
Ante esto Francisco lo tiene claro, "el “hacer números” nos puede llevar a la tentación de mirarnos demasiado a nosotros mismos. Sólo es lícito “hacer números” si esto nos permite ponernos en movimiento para volvernos solidarios, atentos, comprensivos y solícitos para tocar los cansancios y la precariedad en la que están sumergidos tantos hermanos nuestros y necesitados de una Unción que los levante y los cure en su esperanza."
Una vez más en su visita a Skopje, la capital de Macedonia del Norte, ha recordado la figura de la Madre Teresa de Calcuta, santa que nació en esta ciudad: "Cuántos encontraron calma gracias a la ternura de su mirada, se sintieron confortados con sus caricias, aliviados con su esperanza y alimentados con la valentía de su fe capaz de hacer sentir a los más olvidados que Dios no los olvidaba. La historia la escriben esas personas que no tienen miedo a gastar su vida por amor: cada vez que lo habéis hecho con el más pequeño de mis hermanos, a mí me lo habéis hecho."
"Es cierto, cultivamos muchas veces una imaginación sin límites pensando en que las cosas serían diferentes si fuéramos fuertes, potentes e influyentes. Pero, ¿no será que el secreto de nuestra fuerza, potencia, influencia e inclusive juventud está en otro lado y no en que “cuadren los números”? "
"Qué justas las palabras de Madre Teresa: «Lo que no me sirve, me pesa». Dejemos todos los pesos que nos separan de la misión e impiden que el perfume de la misericordia llegue al rostro de nuestros hermanos."
Las familias como icono de la familia de Nazaret
Ante el testimonio que ha dado una familia, el Papa afirma que "testimonian vivamente cómo «la fe no nos aleja del mundo, sino que nos introduce más profundamente en él». No desde lo que nos gustaría que fuese, no como “perfectos” o inmaculados, sino en la precariedad de nuestras vidas, de nuestras familias ungidas todos los días en la confianza del amor incondicional que Dios nos tiene."
"Me gusta siempre pensar en cada familia como «icono de la familia de Nazaret, con su cotidianeidad hecha de cansancios y hasta de pesadillas, como cuando tuvo que sufrir la incomprensible violencia de Herodes, experiencia que se repite trágicamente todavía hoy en tantas familias de prófugos miserables y hambrientos»; son capaces, por medio de la fe amasada en esas luchas cotidianas, de «transformar una cueva de animales en la casa de Jesús, con unos pobres pañales y una montaña de ternura» (Exhort. apost. Evangelii gaudium, 286).