La labor del Limosnero del Papa, una de las figuras vaticanas más desconocidas por los católicos
La Limosnería Apostólica podríamos definirla como la caridad discreta del Papa: su figura se remonta a los primeros siglos de la Iglesia
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La Limosnería Apostólica podríamos definirla como la caridad discreta del Papa. Su responsable, al que se conoce como limosnero, está nombrado directamente por el Pontífice, y desarrolla todo un trabajo silencioso en favor de los más necesitados.
Al inicio de su Pontificado, Francisco nombró Limosnero a Konrad Krajewski, de origen polaco que ostentaba hasta su nombramiento en 2013 Ceremoniero Pontificio y oficial de la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas.
El origen de la Limosnería apostólica
Su figura se remonta a los primeros siglos de la Iglesia, y formaba parte de las competencias directas de los diáconos. Más tarde, este encargo fue ejercitado por uno o más miembros de la familia de los distintos Pontífices sin una especial dignidad jerárquica o prelaticia, la cual fue concedida después.
En una Bula de Inocencio III (1198-1216) se habla del Limosnero como cargo ya existente. El primer Papa en organizar la Limosnería Apostólica fue Gregorio X (1271-1276) el cual estableció sus atribuciones. También Alejandro V con una Bula de 1409 reguló las formalidades y normas de la Limosnería.
El Limosnero del Papa tiene dignidad arzobispal, forma parte de la Casa Pontificia y, como tal, participa en las celebraciones litúrgicas y en las audiencias oficiales del obispo de Roma.
El Papa León XIII, con el objetivo de fomentar la recaudación de fondos para obras de caridad, delegó al Limosnero la facultad de conceder la Bendición Papal por medio de diplomas en papel pergamino, los cuales, para ser auténticos, deben estar firmados por el propio Limosnero y llevar el sello en relieve de su oficina.
Para obtener la bendición papal se ha de solicitar el pergamino en la propia oficina en el Vaticano o a través de Internet previo pago de una tasa que irá destinada a la acción benéfica a favor de los más necesitados.
La labor de la Limosnería apostólica
A través de los ingresos que se obtienen a través de los pergaminos, la Limosnería ayuda en nombre del Papa a los más necesitados. Pagos de alquileres, asumir facturas de electricidad o costear los medicamentos y necesidades básicas son algunas de las acciones caritativas de este departamento vaticano.
La mayor parte de esta ayuda llega a Italia y más concretamente a los romanos, ya que no debemos olvidar que el Papa es obispo de Roma.
Normalmente son los párrocos los que se ponen en contacto con el Limosnero, al ser quienes le orientan sobre las personas que están realmente necesitadas. El Limosnero entrega al párroco un cheque, quien luego da la contribución a los necesitados, acompañándolo con una tarjeta: "Regalo del Santo Padre".
La ayuda no pasa por asociaciones u organismos diversos, sino que llega directamente a la persona que el párroco considera que está realmente necesitada. Las contribuciones que salen para otros países son solicitadas por los nuncios dispersos por todo el mundo.