El Papa Francisco pide oraciones "contra la locura de la guerra"

En la Audiencia General de este miércoles 9 de octubre, el Papa Francisco ha profundizado en el significado del descenso del Espíritu Santo durante Pentecostés y ha señalado que “el Espíritu Santo asegura la universalidad y la unidad de la Iglesia”. También ha pedido a los fieles de todo el mundo que recen durante el mes de octubre "contra la locura de la guerra". 

Durante la Audiencia, Francisco ha explicado cómo, tras este primer Pentecostés, fue necesario un segundo momento, la conversión de Cornelio, para que los Apóstoles superaran las barreras entre judíos y paganos: “Este evento nos enseña que el Espíritu impulsa a la Iglesia hacia el exterior, permitiendo la inclusión de todos los pueblos”.

Sobre el Concilio de Jerusalén, el Pontífice ha destacado que el desafío era mantener la unidad a medida que se expandía la Iglesia: “El Espíritu Santo no siempre actúa de manera milagrosa; su trabajo es a menudo discreto y respetuoso con las diferencias humanas”,  y añadido que “la unidad no se impone, se construye en comunidad”.

El Papa ha ilustrado esta idea precisamente con San Agustín, quien describió al Espíritu como el “vínculo de la unidad” en la Iglesia, similar al alma que anima a los miembros de un cuerpo: “La unidad es algo que se vive en lo cotidiano, no en lo teórico”,  y ha animado a los fieles a centrar sus vidas en Dios para lograr una verdadera unidad.

En un llamado urgente a la paz mundial, el Papa ha pedido a los fieles que se unan en oración durante el mes de octubre: “Os exhorto a todos a rezar el Rosario todos los días, abandonándoos confiadamente en las manos de María”. En este sentido, ha subrayado que “el mes de octubre, dedicado al Santo Rosario, es una ocasión preciosa para realzar esta tradicional oración mariana”.

Y es que Francisco ha enfatizado la importancia de la oración en tiempos de conflicto, especialmente por el sufrimiento de naciones como Ucrania, Palestina, Israel, Myanmar y Sudán: “Dejad que María os conduzca a su hijo Jesús y a rezar juntos por la paz en el mundo y por la unidad de la Iglesia”. 

Además, ha destacado que “la unidad de la Iglesia es la unidad entre las personas y no se consigue en la mesa, sino en la vida” y h añadido que “todos queremos la unidad, pero es un desafío, incluso dentro del matrimonio y la familia”.

Finalmente, el Papa ha instado a no esperar que los demás se unan en torno a nuestras perspectivas, sino a "avanzar juntos hacia Cristo" y ha animado a todos los fieles a convertirse en “instrumentos de unidad y paz” en sus comunidades.