El Papa Francisco pide a los participantes del Sínodo no "imponer" agendas propias: "Se trata de escuchar la voz de Dios"
El Pontífice asegura que no es "una asamblea parlamentaria" durante la misa que ha celebrado en la Plaza de San Pedro, con motivo de la inauguración del Sínodo de la Sinodalidad
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Durante la Eucaristía celebrada en el día de hoy, en memoria litúrgica de los santos Ángeles Custodios y coincidiendo con la reapertura de la sesión plenaria del Sínodo de los Obispos, el Papa Francisco ha subrayado la importancia de escuchar la voz de Dios y, para ello, ha utilizado tres imágenes clave: “la voz”, “el refugio” y “el niño”.
la voz: "escuchar y comprender las voces"
El primer punto de reflexión ha girado en torno a “la voz”, descrita como un llamado a la atención y la escucha en el camino hacia la Tierra Prometida: “Es una imagen que nos toca de cerca, porque el Sínodo es también un viaje en el que el Señor pone en nuestras manos la historia, los sueños y las esperanzas de un gran Pueblo de hermanas y hermanos esparcidos por el mundo, animados por nuestra misma fe”. Sin embargo, ante la pregunta de cómo ponernos en escucha, ha explicado que “se trata, con la ayuda del Espíritu Santo, de escuchar y comprender las voces, es decir, las ideas, las expectativas, las propuestas, para discernir juntos la voz de Dios que habla a la Iglesia”. Además, ha invitado a valorar las aportaciones de los demás “como regalos a compartir”, y a promover un ambiente de comunión en lugar de un debate polarizado.
el refugio: "lugares pacíficos y abiertos"
“El refugio”, simbolizado por las alas, ha sido presentado como una metáfora de protección y acogida dentro de la comunidad: "Esta imagen es un símbolo de lo que Dios hace por nosotros, pero también un modelo a seguir, especialmente en este tiempo de asamblea". El Pontífice ha destacado la necesidad de crear un espacio "seguro donde todos se sientan valorados y escuchados", y de reforzar la idea de que la Iglesia debe ser un hogar para todos: "La Iglesia necesita lugares pacíficos y abiertos, que se creen ante todo en los corazones, donde cada uno se sienta acogido como un niño en brazos de su madre".
EL NIÑO: "la verdadera grandeza"
Finalmente, la imagen del “niño” ha subrayado la invitación de Jesús a hacerse pequeños y humildes. Este llamado a la humildad se ha presentado como imprescindible para abordar los grandes desafíos del Sínodo, y ha recordado que “la verdadera grandeza reside en la capacidad de acoger y proteger a los más vulnerables”: “El Sínodo, dada su importancia, en cierto sentido nos pide ser “grandes” ―de mente, de corazón, de mirada―, porque las cuestiones a tratar son “grandes” y delicadas, y los escenarios en que se sitúan son amplios, universales. Pero precisamente por eso, no podemos permitirnos apartar la mirada del niño, a quien Jesús sigue colocando en el centro de nuestras reuniones y mesas de trabajo, para recordarnos que la única manera de estar “a la altura” de la tarea que se nos ha confiado es haciéndonos pequeños y acogiéndonos recíprocamente, con humildad, como tales”.
"Cuidemos de no convertir nuestras aportaciones en puntos que defender o agendas que imponer"
“Cuidemos de no convertir nuestras aportaciones en puntos que defender o agendas que imponer, sino ofrezcámoslas como dones para compartir, dispuestos incluso a sacrificar lo que es particular, si ello puede servir para hacer surgir, juntos, algo nuevo según el plan de Dios. De lo contrario, acabaremos encerrándonos en diálogos entre sordos”, ha señalado. También, que "pidamos, pues, al Señor, en esta Eucaristía, vivir los días venideros bajo el signo de la escucha, de la custodia recíproca y de la humildad, para escuchar la voz del Espíritu, para sentirnos acogidos y acoger con amor, y para no perder nunca de vista los ojos confiados, inocentes y sencillos de los pequeños, de los que queremos ser voz, y a través de los cuales el Señor continúa apelando a nuestra libertad y a nuestra necesidad de conversión”.
Antes de concluir, Francisco ha anunciado que el 6 de octubre irá a Santa María la Mayor para rezar el Santo Rosario por la paz y dirigir una súplica a la Virgen. Del mismo modo, al día siguiente, primer aniversario del ataque de Hamás contra Israel, ha convocado una jornada de ayuno y oración.