Las claves del viaje del Papa a Marsella: Obispos de 30 países y jóvenes de todos los credos

Francisco clausurará los "Encuentros del Mediterráneo en los que interviene un representante de cada una de las cinco orillas del Mediterráneo

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Eva Fernández Huéscar

Roma - Publicado el - Actualizado

9 min lectura

Apenas serán 27 horas las que Francisco pasará en Marsella, una de las ciudades con mayor índice de pobreza y violencia de Francia. Acude a su 44º viaje apostólico internacional tras la invitación del cardenal y arzobispo de Marsella, Jean-Marc Aveline, junto a la Conferencia Episcopal francesa y el gobierno francés para clausurar la tercera edición de estos encuentros en los que participarán unas sesenta iglesias de las cinco orillas del Mediterráneo (África del Norte, Europa del Sur, Mar Negro y Egeo, Balcanes y Oriente Medio). Esta edición lleva por título “Mediterráneo, mosaico de esperanzas”.

¿Por qué viaja el Papa a Marsella?

Ningún viaje del Papa queda al azar, y este destino marca un nuevo hito en la peregrinación mediterránea del pontificado tras su primer viaje apostólico a Lampedusa, el 8 de julio de 2013 a pocos meses de su elección. Desde entonces también ha visitado ciudades y países que comparten este mar común como Tirana, Atenas, Sarajevo, Lesbos, El Cairo, Jerusalén, Chipre, Rabat, Nápoles y Malta. Recientemente, al regreso de la última JMJ en Lisboa, el Papa reiteraba su preocupación por las muertes que siguen llenando de cadáveres la cuenca del Mediterráneo.

Las últimas tragedias que ha sufrido el Mediterráneo, desde el terremoto de Marruecos a las devastadoras inundaciones en Libia, pasando por el colapso de la isla de Lampedusa ante la llegada de inmigrantes hacen especialmente necesario este viaje en el que también se intentará aunar esfuerzos para proporcionar ayuda a los países de la región que cuentan con menos recursos.

El Papa viaja a Marsella, ciudad a la que no acudía un Papa desde 1533, hace casi cinco siglos, para volver a poner el foco en este mar donde ante la indiferencia general siguen desapareciendo miles de personas cada año y los traficantes continúan enriqueciéndose a costa del sufrimiento de los migrantes.

Este es uno de los propósitos fundamentales de este “viaje exprés”, unirse a los obispos de toda la cuenca mediterránea, así como con jóvenes e instituciones de la región para intercambiar experiencias y poner en marcha iniciativas que ofrezcan soluciones a todos los problemas que atraviesa esa extensa región. El Papa nunca ha realizado una visita de Estado a Francia, pero la de Marsella será su segunda visita a una ciudad francesa. El 25 de noviembre de 2014 pasó 4 horas en Estrasburgo para lanzar un discurso a Europa desde el Parlamento Europeo y el Consejo de Europa.

¿Qué son los “Encuentros Mediterráneos”?

Los “Encuentros Mediterráneos” son una iniciativa impulsada por la Conferencia Episcopal Italiana en 2020, en la ciudad de Bari, donde tuvo lugar la primera edición. La segunda se celebró en Florencia en 2022 en honor del político italiano Giorgio La Pira, quien fuera alcalde de Florencia al finalizar la Segunda Guerra Mundial, y al que desde su muerte se le comenzó a llamar "el alcalde santo".

A este encuentro acudirán unos 70 obispos católicos, así como representantes de otras Iglesias junto a jóvenes de todos los credos: de Israel y Palestina, griegos y turcos, marroquíes y argelinos y del resto de países mediterráneos. También están convocados teólogos, rectores de santuarios y directores de instituciones educativas católicas en distintos encuentros de reflexión. Estarán presentes las cinco orillas del Mediterráneo, desde África del norte hasta el Mar negro y el Egeo, los Balcanes, Oriente Próximo y Europa del Sur.

Las cinco orillas del Mediterráneo

Los encuentros se inician con una mesa redonda en la que intervendrá un representante de cada una de las cinco orillas del Mediterráneo y después habrá sesiones de trabajo en las que se abordarán problemas como la precariedad, el acceso al agua, la tensión geopolítica en la zona, y, por supuesto, las migraciones a través del mar común. Paralelamente se realizarán diversas actividades culturales.

Para preparar espiritualmente los “Encuentros del Mediterráneo” y la visita del Papa, la diócesis de Marsella realizó una novena en unión con nueve santuarios mediterráneos que concluyó el sábado 16 de septiembre, día de apertura de los Encuentros. Los Santuarios participantes han sido la Basílica de la Anunciación en Nazaret; Nuestra Señora del Líbano en Harissa, Nuestra Señora de África en Argel, Nuestra Señora de Porto Salvo en Lampedusa, así como Nuestra Señora del Buen Consejo en Albania y el santuario de Ta'Pinu de Gharb en Malta, que el Pontífice visitó en abril de 2022.

Por parte de la CEE, viajarán a Marsella el cardenal Juan José Omella y los obispos de Málaga, Jesús Catalá, y de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza.

La agenda de Francisco en Marsella

La visita de Francisco comenzará el viernes 22 de septiembre por la tarde, cuando aterrice en Marsella donde será recibido por la primera ministra francesa, Élisabeth Borne. El primer acto de su agenda será un encuentro con sacerdotes de Marsella en la catedral de “Nuestra Señora de la Guardia”. Luego se desplazará al “Memorial a los marinos y emigrantes dispersos en el mar”, donde tendrá un “momento de recogimiento” junto a líderes de varias religiones. Este simbólico monumento fue inaugurado el 14 de julio de 1923.

El sábado se reunirá también con personas en situación de dificultad económica en el arzobispado de Marsella y clausurará los “Encuentros Mediterráneos” en el Palacio du Pharo, el centro de congresos de la ciudad. Francisco tendrá ahí mismo una audiencia con el el presidente de la República, Emmanuel Macron. Por la tarde celebrará Misa en el estadio “Vélodrome”, con capacidad para cerca de 57.000 personas a la que acudirán fieles desde todas las partes de Francia, por lo que muchos tendrán que seguirla desde el exterior, especialmente desde la amplia Avenida del Prado que conecta el Velódromo con el Mediterráneo. El Pontífice la recorrerá en papamovil para saludar a los que no podrán acceder al interior.

Posteriormente, alrededor de las 18:45 h., está prevista la ceremonia de despedida en el Aeropuerto Internacional de Marsella, desde donde despegará en avión hacia Roma a las 19:15. El Papa llegará a la Ciudad Eterna a las 20:50 h.

Macron, asistirá a la misa de Francisco en el estadio de Marsella

Ante las críticas suscitadas por esta decisión, la oficina de comunicación del Eliseo ha explicado que la presencia de Macron en este acto religioso se explica por su carácter "popular" y "festivo", pero, siempre según el comunicado oficial, el mandatario no participará en calidad de creyente, por lo que no se violan así los principios de laicidad de la República.

El Presidente Macron ya ha acudido a otras misas en el pasado, como la del funeral del expresidente Jacques Chirac en 2019, así como a actos religiosos en sinagogas y a la clausura del ramadán. Además de asistir a la misa, a la que también acudirá la primera dama, Brigitte Macron, el presidente francés mantendrá una reunión privada con el Pontífice en el Palais du Pharo de Marsella el sábado por la mañana, participará en la clausura de los Encuentros y acompañará al pontífice al aeropuerto para despedirlo antes de regresar a Roma.

Con este serán 4 los encuentros que se han producido entre Macron y Francisco. Entre los temas previstos se abordará la situación en Ucrania y también la cuestión de las migraciones, sobre todo tras los innumerables desembarcos que se están produciendo en Lampedusa, y ante los que el gobierno de Francia ya ha prometido ayuda a Francia.

Datos interesantes de Marsella

Marsella se enorgullece de ser la ciudad más antigua de Francia, por encima de París. Fue fundada hace 2.600 años. Su nombre original fue Massalia, una colonia fundada por marineros alrededor de año 600 antes de Cristo. Uno de los principales lugares que caracterizan la ciudad es el Castillo de IF, concebido inicialmente como prisión y que pasó a la posteridad por ser la cárcel de El conde de Montecristo, obra inmortal de Alejandro Dumas.

El himno francés es conocido como La Marsellesa, compuesto en Estrasburgo tras la declaración de guerra del rey de Austria y se impuso progresivamente como himno nacional. Marsella es conocida como la Capital Mundial del Agua, distintivo que fue otorgado en 1996, y posteriormente en 2013 fue Capital Europea de la Cultura e igualmente del deporte en 2017.

La catedral de Notre Dame de la Garde "custodia" Marsella. El santuario está construido sobre una colina a 160 metros sobre el nivel del mar, y es centro de devoción de los marselleses. Desde ahí en el siglo XVIII muchos misioneros franceses partieron para evangelizar el mundo.

Es la ciudad donde reside el mayor número de musulmanes de Francia, modelo de integración, pero foco también de grandes tensiones. De sus 860 mil habitantes, entre 150 mil y 400 mil son musulmanes, la mayoría emigrantes procedentes de Túnez y Argelia. El pasado mes de junio, a menos de tres meses del viaje de Francisco, Marsella se convirtió en uno de los escenarios más violentos de las protestas contra la muerte del joven de 17 años Nahel Merzouk a manos de la policía.

Desde principios de año Marsella contabiliza unos cuarenta muertos y más de cien heridos, relacionados, sobre todo, con el tráfico de drogas. La pobreza, el racismo y el aislamiento están muy arraigados en las zonas más pobres de Marsella, y las víctimas de los tiroteos son cada vez más jóvenes.

¿Sabías que una tradición asegura que Lázaro de Betania, el amigo de Jesús, fue el primer obispo de Marsella?

Una antigua tradición difundida a partir del siglo XIII asegura que tras la crucifixión y el inicio de la persecución de los primeros cristianos, los judíos lanzaron al mar en una nave sin vela ni timón a los hermanos Marta, María y Lázaro de Betania junto a algunas santas mujeres y discípulos. Tras sobrevivir a un viaje milagroso desembarcaron en la Provenza, en un lugar llamado ahora Saintes-Maries. Ahí se separaron para evangelizar la Galia. Lázaro se dirigió a Marsella, y, tras conseguir bautizar a un numeroso grupo de habitantes de la ciudad, se convirtió en el primer obispo.

Durante la primera persecución bajo el Emperador Nerón se escondió en una cripta, sobre la cual se construiría posteriormente en el siglo V la famosa Abadía de San Víctor. La tradición asegura que en aquella misma cripta fue enterrado tras ser decapitado en tiempos del emperador Domiciano. Cuando fue ajusticiado, en un primer momento su cuerpo fue trasladado a Autun, y sepultado en la catedral, pero los pobladores de Marsella aseguran que se quedaron con su cabeza, que hoy en día sigue siendo objeto de veneración.

En la cripta de San Víctor en Marsella se ha descubierto un epitafio del siglo V en el que se asegura que un obispo llamado Lázaro fue sepultado allí. Las ultimas investigaciones arqueológicas consideran que se refiere realmente a Lázaro, obispo de Aix, consagrado en Marsella en torno al 407. Este obispo pasó un tiempo de su vida en Palestina y es probable que de aquí surja la confusión y haya dado origen a la leyenda.